El euro ha continuado su imparable escalada frente al dólar la semana pasada, una semana en la que la nueva economía representada por las tecnológicas ha seguido flojeando a nivel bursátil, mientras que los futuros del petróleo, que hasta hace poco parecían condenados a caer por debajo de los 40 dólares, han avanzado casi un 9% en las cinco últimas sesiones, cerrando los del WTI a 49,75 dólares el barril el pasado viernes. Una subida en línea con la previsión que hacíamos en los Gráficos semanales del 8 de mayo y del 29 de mayo pasados.
La otra cara de la moneda han sido las tecnológicas, que siguen atravesando una fase de debilidad. Los decepcionantes resultados de Amazon, publicados el jueves pasado, no solo desalojaron a su fundador Jeff Bezos del podio de persona más rica del mundo, en el que transitoriamente había sustituido a Bill Gates, sino que además acentuaron las caídas del índice Nasdaq, que terminó la semana cayendo un 0,2% tras haber batido máximos históricos.
Lo cierto es, sin embargo, que las mejores "sorpresas" en esta temporada de presentación de los resultados empresariales del segundo trimestre, ya casi finalizada, las han dado las tecnológicas, como Netflix, Microsoft o Facebook.
Por eso son tan importantes los resultados que Apple presentará el próximo martes. Apple sigue siendo, por muchos motivos, el "flagship" de las tecnológicas. Su capitalización de casi ochocientos mil millones de dólares, que la convierte en la empresa más valiosa del mundo, la eterna figura de su fundador, Steve Jobs, que revolucionó el mundo, y el hecho de que miles de millones de personas utilicemos muchas veces al día sus productos y servicios la convierten en la referencia de todas las demás. Apple cotiza a un PER de 17,5 veces beneficios, y si quitamos su elevada caja, el PER se sitúa por debajo de 15 veces beneficios, es decir, un multiplicador propio de empresas de la vieja economía. Pero vale mucho en Bolsa y sigue dependiendo demasiado del iPhone. Por eso los inversores exigen mucho de Apple. El Gráfico que adjuntamos muestra cómo, tras haber hecho máximos en mayo y junio, Apple lucha por romperlos al alza. Solo unos magníficos resultados le permitirían, a nuestro juicio, hacerlo.