El euro, a cuya evolución dedicábamos nuestro gráfico la semana pasada, con motivo de haber superado el nivel de los 1,20 dólares por euro, ha vuelto a mostrar esta última semana una gran fortaleza, cerrando el pasado viernes en 1,2036 dólares por euro, tras la subida que propició, seguramente sin querer, Mario Draghi con sus palabras en la rueda de prensa del BCE del jueves. Mantendríamos nuestra posición compradora de dólares a partir de estos niveles de 1,20 por los motivos que mencionábamos la semana pasada.
Lo llamativo, sin embargo, es que en esta ocasión la fortaleza del euro no parece haber hecho mella en las grandes exportadoras alemanas y europeas, sino todo lo contrario. El índice sectorial europeo de automóviles ha subido un 3,1% en una semana en la que el Eurostoxx ha avanzado un simbólico 0,1% y Daimler, cuyo gráfico del último año adjuntamos, ha sido el valor del selectivo europeo que más se ha revalorizado en la semana, con una subida del 4,9% seguido muy de cerca por BMW (+4,5% en la semana) y por Volkswagen (+4,6%).
¿A qué es debida esta gran subida semanal de las compañías del sector, tras un mes de agosto en el que las automovilísticas europeas ya habían logrado ligeras subidas, mientras el Eurostoxx ha bajado un 0,8%?
No es fácil dar una respuesta, porque más allá de algunas declaraciones de la canciller Merkel favorables al sector, que hay que situar más bien en el marco de la campaña electoral alemana, no ha habido ninguna noticia concreta que podamos considerar como el detonante. Tal vez la razón es, simplemente, que las grandes fabricantes europeas de automóviles se habían quedado muy baratas. Daimler cotiza a un PER inferior a siete veces beneficios y las restantes compañías del sector también cotizan con múltiplos atractivos.
El gráfico muestra cómo Daimler, igual que BMW y otras empresas del sector, sube fuertemente en diciembre, impulsada por la caída del euro frente al entonces pujante dólar y por las expectativas de reflación global generadas por la elección de Trump como presidente de EE.UU.
A partir de mayo, sin embargo, se inicia una fuerte caída, que dura hasta principios de agosto, que se corresponde no solo con la subida del euro sino también con la sensación creciente, a partir de ese momento, de que el crecimiento americano y global que se suponía iba a traer la nueva administración americana estaba lejos de ser una realidad.
Como decíamos, esta última semana las automovilísticas parecen haberse desvinculado de la subida del euro, y han logrado fuertes alzas a la vez que subía el euro frente al dólar. ¿Es esto sostenible? A nuestro juicio no, y por tanto pensaríamos más bien que el movimiento de estos últimos días lo que está anticipando es un repunte del dólar frente al euro. Si el euro sigue fuerte, en nuestra opinión será difícil mantener la tendencia alcista del sector del automóvil europeo, pese a sus buenos "ratios" y pese a que, incluso tras la subida de esta última semana Daimler acumula una caída de su cotización del 8,3% desde el uno de enero, y lo mismo sucede en las restantes empresas del sector.