Aunque la libra se ha mantenido bastante bien la pasada semana y el FTSE ha subido un 1,3% semanal, seguimos pensando que las consecuencias del Brexit van a ser muy negativas para la economía inglesa, por lo que seríamos muy cautos a la hora de tomar posiciones largas sobre el FTSE, sin perjuicio de que algunas compañías concretas inglesas nos puedan gustar.
Una cautela que también hemos manifestado en varias ocasiones en relación con las grandes tecnológicas, y en particular con Apple, en nuestro Gráfico semanal del pasado 31 de julio de 2017. Decíamos entonces que Apple "vale mucho en Bolsa y sigue dependiendo demasiado del iPhone" y efectivamente esa ha sido la causa de que el gigante de Cupertino esté pasando por su peor racha bursátil desde hace diecisiete meses, lo cual ha hecho que el Nasdaq sea el único índice americano que ha caído la semana pasada, con un retroceso de un 0,33%.
El detonante parece haber sido la mala acogida por el mercado de las dos últimas versiones del iPhone, presentadas el pasado 12 de septiembre por su CEO Tim Cook. Las ventas no parecen estar acompañando a la expectativa generada y eso ha llevado a la acción a perder en algunos momentos de esta última semana más de un 8% en relación con el cierre de la semana anterior.
Al final la caída semanal ha sido del entorno del 5% y lo cierto es que, incluso después de esa caída, Apple sigue teniendo un magnifico comportamiento en lo que va de año, tal y como se ve en el gráfico adjunto. Pero una vez más la debilidad de Apple genera inquietud sobre el resto de las tecnológicas, ya que indudablemente Apple es la compañía más emblemática del sector, además de ser la de mayor capitalización en Bolsa.
En el mencionado Gráfico semanal del pasado 31 de julio decíamos que los resultados que Apple iba a presentar el 1 de agosto podían ayudar a Apple y al resto de las tecnológicas. Efectivamente las cifras entonces presentadas gustaron y Apple subió un 4% la primera semana de agosto y luego siguió subiendo hasta llegar a sus máximos históricos a inicios de septiembre. A partir de ahí el declive de la acción ha sido constante y se ha acentuado esta última semana.
El gráfico largo de diez años muestra cómo Apple ha tenido en los últimos años dos correcciones fuertes, una en la segunda parte de 2012, y otra en la segunda parte de 2015. Es difícil saber si ahora estamos en una tercera corrección que pueda llevar la acción hasta los niveles de 125 dólares (nivel desde el que inició la corrección en 2015 y que ahora sería zona de soporte) desde los 151,9 dólares a los que cerró el pasado viernes.
La clave, como siempre, estará en los resultados del trimestre en curso, que Apple presentará dentro de poco más de un mes. Hasta entonces, recomendaríamos abstenerse de comprar, pese a la caída de los últimos días.