En algunas ocasiones me preguntan si la elección de valores o de mercados es tan importante como afirmamos los analistas. La base de estas dudas es la correlación que existe entre los distintos mercados, y que nos lleva a pensar, erróneamente, que si Wall Street sube Europa subirá y al contrario.
Vamos a publicar dos gráficos que ilustran perfectamente lo equivocado del planteamiento anterior. En el primero vemos la evolución del S&P 500 desde los máximos de 2007, y en el segundo la evolución del Eurostoxx 50:
Vemos como en el caso del S&P 500, si hubiéramos comprado en los máximos de 2007, antes de la última crisis financiera, hubiéramos sufrido una importante pérdida en nuestra cartera superior al 50% en los dos siguientes años, pero a día de hoy la subida sería cercana al 100%.
En el caso del Eurostoxx 50 la caída en los siguientes años al pico de 2007 también sería superior al 50%, pero a diferencia de la bolsa estadounidense, a día de hoy aún sufriríamos pérdidas en nuestras inversiones. Una década más tarde la compra en el Eurostoxx 50 sufriría un deterioro superior al 20%.
En otras palabras, en bolsa no todo el monte es orégano.