Dado que la inflación subyacente sigue muy rezagada respecto al objetivo del Banco Central del 2% o cercano al 2%, es muy probable que el BCE use la reunión de octubre como oportunidad para anunciar una extensión del programa QE más allá de la fecha final de diciembre de 2017.
Creemos que una extensión de seis meses será lo mínimo posible, con riesgos sesgados hacia una extensión más larga que tenga por objetivo nueve meses tras los recientes comentarios “más bajos por más tiempo” del economista Peter Praet. Las previsiones de inflación del BCE para 2018 siguen siendo bajas, en apenas el 1,5%, y una reducción en el tamaño del programa de expansión cuantitativa indudablemente aumentaría el riesgo de no alcanzar este pronóstico. Como mencionamos anteriormente, creemos que el BCE se abstendrá de anunciar una fecha de finalización de sus compras de activos y, en su lugar, mantendrá sus opciones abiertas para ampliar aún más el programa, si fuera necesario.
Más allá de la extensión esperada, la verdadera pregunta será a cuánto reduce el BCE sus compras mensuales de activos. Las expectativas van desde un modesto recorte de 5 mil millones de euros hasta tanto como 40 mil millones de euros, con una media que cae alrededor de los 20 mil millones de euros al mes. Nos situamos en el extremo inferior de estas estimaciones dado que la inflación subyacente, hasta el momento, no ha mostrado signos reales de un repunte sostenido.
En cuanto a las comunicaciones del BCE, creemos que el Consejo de Gobierno se enfrenta a un acto de equilibrio muy delicado y será reacio a abandonar materialmente su posición bastante moderada por el riesgo de desencadenar un aluvión de apuestas alcistas en euros. Esperamos que las orientaciones futuras sigan siendo muy moderadas, con la declaración de Draghi para enfatizar que la continuidad del programa QE es posible y que las subidas de tipos de interés solo vendrán pasado el horizonte de la compra de activos.
Qué impacto tendrá sobre el euro
Con un anuncio de una reducción en las medidas de estímulo bien telegrafiadas y, sobre todo, valoradas por el mercado, los detalles técnicos de la reducción del programa serán de gran importancia para la moneda única.
La muy limitada reacción del mercado a un informe de Bloomberg publicado a principios de mes que sugería que el BCE estaba listo para reducir su ritmo de compras de activos en más de la mitad nos lleva a creer que el mercado está reduciendo significativamente el programa de QE. Una reducción de las compras por un valor neto de 40 mil millones de euros al mes, combinada con una mayor orientación hacia adelante, puede considerarse como algo conservador y podría llevar a una venta inmediata de euro. En contraste, una reducción más significativa de las compras al nivel de 30 mil millones de euros al mes o menos, acompañada de una retórica menos bajista y una extensión más corta, podría proporcionar un catalizador para un impulso renovado en EUR/USD de nuevo hacia el nivel de 1.20.
Comunicaciones recientes del BCE nos llevan a creer que Mario Draghi decepcionará al mercado al mantener su postura cautelosa. Esperamos una reducción más modesta en las compras mensuales de 20 mil millones de euros o menos y una extensión de, al menos, nueve meses, los cuales creemos que podrían enviar al euro a la baja contra la mayoría de las principales monedas.