En algunas ocasiones les he hablado sobre la opinión que tienen algunos analistas sobre que los mercados de valores cotizan de una manera completamente aleatoria. Esta afirmación tiene un importante calado ya que, por lo pronto, dejaría sin sentido toda la industria financiera (gestores y analistas), que basan su trabajo en una supuesta predictibilidad de la evolución del mercado. Afamados académicos rusos han presentado extensos trabajos analíticos que defienden esta hipótesis.
Mi opinión, después de casi cuatro décadas en los mercados, es que aunque el componente aleatorio no es desdeñable, sobre todo en el corto plazo, a largo plazo hay una probabilidad razonable de que se pueda estimar la dirección de los precios de los activos financieros. No creo en los precios objetivos a 12 meses. Eso no tiene sentido. Pero sí en que se puede trabajar con probabilidades notables de éxito cuando se "apuesta" a que un valor cotizará más alto que el nivel actual en un plazo razonable de 3-4 años.
Pero independientemente de consideraciones personales, hay datos que nos muestran claramente que la hipótesis de la aleatoriedad del mercado no se ajusta a la realidad. Bloomberg en un interesante análisis expone algunas de ellas. Veamos:
El pasado octubre los mercados de acciones globales presentaron su doceavo mes consecutivo en positivo. Aunque es un dato reseñable, tiene precedentes. Desde 1987 en seis ocasiones los índices estadounidenses han presentado rentabilidad positiva en 12 meses o más consecutivamente. El récord lo ostenta desde marzo de 1958 a mayo de 1959 con 15 meses de ganancias.
En los últimos 147 años, el S&P 500 obtuvo rentabilidades positivas en algo más del 60% de los 1.762 meses. Si utilizamos la hipótesis de la aleatoriedad, es decir, que la probabilidad de que las acciones suban o bajen es del 50% (una moneda al aire), la probabilidad de que haya 12 meses consecutivos al alza (12 veces cara) es menor al 1%. Presenciar ese acontecimiento en los casi 150 años de historia de la bolsa analizada es muy probable, más del 80%. Ahora bien, que haya sucedido en seis ocasiones es extremadamente improbable.
Pero ha sucedido, lo que sugiere que el comportamiento de los mercados se comportan de una manera diferente a tirar una moneda al aire. Es probable que el problema resida en nuestra suposición de que cada inversión es independiente, que es la característica principal del comportamiento aleatorio. Si por el contrario, cada "lanzamiento de moneda" se correlaciona con la serie, aunque sea ligeramente, es mucho más probable que haya sucesos como los descritos anteriormente.
Decir que una serie de datos está correlacionada con la serie es una forma elegante de decir que la serie exhibe tendencias o características de momento. Es decir, las caras son más probables después de que hayan salido varias caras, y las cruces son más probables si anteriormente salieron más cruces.
Los estudios estadísticos que se han realizado bajo este escenario coinciden en que existe una probabilidad de un 60/40 a favor de que una jornada cierre con el mismo signo que la anterior.
La conclusión es obvia: La fijación de precios en los mercados financieros no es aleatorio y sigue características de momento, o lo que los técnicos llaman tendencias. Felicitémonos, al menos yo personalmente, porque nuestra labor como analista tiene algún sentido.