Trate los pensamientos mucho mejor o igual que trata su capital, son el puente para conquistar su mente, y finalmente obtener el poder para controlar las emociones. La actitud negativa hace que desconfíe de sus capacidades y de los indicadores, la confianza es la base de la eficacia. Los pensamientos producen sentimientos que originan acciones, de aquí se desprende la necesidad de limpiar y ordenar la mente; la mayoría no atinan al trazasen ese objetivo, porque la impericia al adaptarse al ritmo del precio es una constante; Es usted el creador de la mayoría de las dificultades.
De manera absurda la mente del trader crea problemas, por ejemplo: al improvisar engendra la tentación de la cobardía, me refiero a la ilusión de que el tiempo por sí solo aportará coraje y fuerza, empoderando los obstáculos y ralentizando el proceso, ocasionando que desconfíe de usted mismos. Administrar y gestionar correctamente los pensamientos, ayuda a no malgastarlos en movimientos del precio o datos irrelevantes, se librará del estrés, que causa ansiedad y decisiones lerdas; para lograrlo empiece por reconocer que algunas cosas están fuera del rango de control, lo adecuado es poner la atención en lo modificable.
Es importante liberar la mente de los retos impuestos por las necesidades, que él propio trader ha instaurado, para evitar que lo que no puede hacer interfiera en lo que puede hacer. El novato necesita de condiciones muy distintas a las del experto para ser rentable, en parte por la forma de actuar ante un percance; por ejemplo: cerrar un mes en pérdidas es y no es un impedimento, es imposible ganar siempre sin siquiera dejar una orden flotando en terreno negativo, pero el trader promedio lo trasforma en una traba, al permitir que la desconcentración y la avaricia lo desorienten.
Toda decisión encaja en un momento exacto, es decir, es prioritario aprender a esperar, observar y ejecutar, es desatinado abordar el tren que se dirige en sentido contrario al destino, pero las circunstancias logran convertir lo absurdo en algo lógico. El trading está invadido de paradigmas y relativismos, que al ser identificados lo ayudarán a transitar de las ideas clichés al pensamiento disruptivo, cualidad necesaria para tener la mente despejada, prever los retos y restarles potencia.
Es prioritario aprender a perder en el mismo escenario, porque los inconvenientes siempre serán los mismos, por lo tanto las soluciones también, la mente se adaptará a largo plazo tras experimentar una tras otra vez, el mismo contexto; ésta se agobia al buscar el remedio sobre la marcha. Él buen trader elige en qué lugar va a tropezar, cómo caerá, y qué procedimiento seguir de colisionar en un sitio distinto al elegido. Analógicamente es parecido a ver diez veces la misma película de terror, se habituara a las escenas y anticipará los sucesos, cada vez sentirá menos temor, estará preparado.
De ejecutar operaciones sin un objetivo racional, liquídelas, apague la computadora y aléjese, soslayará que la improvisación comande el momento, el ego herido busca atajos para recobrar el dinero esfumado. Es normal tener ideas toxicas, el obstáculo emerge cuando son la razón de ser de las posiciones. Para dominar un estilo, una estrategia, para tener una fornida destreza al aplicar un análisis técnico, para renunciar a la perdida en el momento justo, incluso para conservar la coherencia del diagnóstico, del pronóstico, de las reglas que conforman la táctica, y de hasta del último componente del plan; requerirá de los cuatro ingredientes que fortalecen la mentalidad del trader: resiliencia, disciplina, concentración y hábitos saludables.
¿Tiene los cuatro ingredientes?, carecer tan solo de uno corta su comunicación con la tendencia.