En este artículo, vamos a explicarte cuáles son las características de la reunificación de deudas, así como sus ventajas y el procedimiento para llevarla a cabo.
La reunificación de deudas no es otra cosa que una operación a través de la cual todas o la mayoría de las deudas pendientes de un titular son unificadas mediante la contratación de un préstamo hipotecario.
De esa forma, las deudas que pudieran provenir de préstamos personales, tarjetas de crédito e incluso una hipoteca previa son anuladas con el capital solicitado en un único préstamo hipotecario. Obviamente, resulta imprescindible contar con un inmueble que pueda ser objeto de una hipoteca.
Gracias a este proceso de unificación, se consigue mejorar las condiciones en las cuales se ha de saldar la deuda, incluyendo los plazos de devolución del dinero prestado, así como los intereses que se han de pagar por él. Además, al quedar todo centrado en un solo préstamo, es posible reducir el importe que se paga cada mes en concepto de amortización y devolución.
Por regla general, la reunificación de deudas es gestionada por un agente o agencia negociadora.
Esta entidad profesional es la encargada de gestionar todas las negociaciones con los acreedores, con el fin de proceder a la cancelación de las deudas previas en las mejores condiciones. Simultáneamente, también procede a la negociación de la nueva hipoteca con las diversas entidades bancarias disponibles.
El objetivo último es lograr que el nuevo contrato hipotecario arroje un saldo positivo respecto a las condiciones de financiación anteriores.
Todo este procedimiento requiere un exhaustivo análisis de las condiciones de las deudas existentes y una ardua negociación, así como el papeleo correspondiente. Por ese motivo, suele dejarse en manos de profesionales. No obstante, nada impide que un particular lleve a cabo este proceso por sí mismo.
Una vez se han ultimado los detalles y se ha llegado a un acuerdo, llega el momento de solicitar la nueva hipoteca, recibir el dinero y proceder a la cancelación de todas las deudas anteriores.
A partir de ese momento, tan sólo quedará una hipoteca, la cual será amortizada en mejores condiciones.
En el caso de que optes por contar con el asesoramiento y gestión de una agencia negociadora, el procedimiento a seguir es relativamente sencillo.
En primer lugar, debes ponerte en contacto con la agencia y solicitar que te hagan una simulación de las condiciones de financiación una vez se haya procedido a la reunificación de tus deudas.
Para ello, la agencia negociadora necesitará que le proporciones información detallada acerca de tus deudas actuales, incluyendo los importes pendientes y las condiciones contractuales de financiación. Igualmente, necesitarás indicar cuál sería el inmueble que procederías a hipotecar para la reunificación.
En el caso de que la agencia considere que la reunificación es viable y puede ser provechosa económicamente, te hará una propuesta de honorarios y una estimación de plazos y resultados.
Una vez lleguéis a un acuerdo, se procederá a la firma del contrato y la agencia comenzará el proceso de negociación con tus acreedores y las entidades bancarias.
Terminado el papeleo y las negociaciones, se te informará de los acuerdos que se ha logrado alcanzar. Tan sólo resta que des tu visto bueno a la operación, para que se tramite la cancelación de las deudas y la contratación de la nueva hipoteca.
Tal y como adelantábamos en la introducción a este artículo, reunificar tus deudas en una sola hipoteca ofrece múltiples ventajas.
Por regla general, las hipotecas suelen contar con tipos de interés más reducidos que los préstamos personales. Por otra parte, las tarjetas de crédito suponen intereses muchísimo más elevados. Ni qué decir tiene que otro tipo de préstamos, como los créditos rápidos, suponen el sometimiento a condiciones leoninas.
Al anular todas esas deudas previas, se dejará de pagar el interés de las mismas y se procederá a pagar el correspondiente tipo fijado por la hipoteca.
La existencia de múltiples préstamos y deudas supone que, por cada una de ellas, hay que pagar un importe mínimo al mes. El resultado es que el montante total puede llegar a ser bastante elevado.
Por el contrario, si sólo se tiene una hipoteca, entonces hay más margen de maniobra para ajustar la cuota a las condiciones de liquidez que se tengan. En definitiva, se puede pagar menos mes a mes.
En la misma línea de lo anterior, las hipotecas pueden contratarse por plazos de amortización de varios años, llegando a alcanzarse los 10, 20 ó incluso 30 años.
Gracias a ello, es posible disfrutar de plazos de devolución mucho más holgados que con otro tipo de mecanismos de financiación.
Teniendo en cuenta estas características, se puede afirmar que la reunificación de deudas es definitivamente más ventajosa que continuar amortizando múltiples préstamos.
Para conocer más detalles sobre el dinero que puedes llegar a ahorrarte con esta operación, te recomendamos ponerte en contacto con una agencia negociadora y explicarle los detalles de tu situación financiera.