Mitos y fantasmas fuera. No crean en las Leyendas Urbanas, como la que dice que la Inteligencia Artificial nos hará ás pobres. El Producto Interior Bruto (PIB) mundial será un 14% superior al actual en 2030 gracias a la Inteligencia Artificial como consecuencia de los efectos que tendrá esta tecnología en la productividad y el consumo. En términos absolutos, la Inteligencia Artificial provocará un incremento adicional del PIB mundial en 2030 de 15,7 billones de dólares adicionales (13,6 billones de euros). En concreto, 6,6 billones de dólares (5,7 millones de euros) se generarán como consecuencia del incremento de la productividad y 9,1 billones de dólares (7,9 millones de euros) por los efectos en el consumo,,según recoge un informe elaborado por PwC. Entre los tres factores fundamentales que PwC estima que provocarán este impacto sobre la economía mundial se encuentran las ganancias de productividad para la empresas como consecuencia de la automatización de procesos, incluido el uso de robots y de vehículos autónomos. Los otros dos son los incrementos de productividad debido al incremento la fuerza laboral de las compañías con las tecnologías de Inteligencia Artificial (inteligencia aumentada y asistida) y el aumento del consumo como consecuencia de la existencia de productos y servicios de mucha mayor calidad y más personalizados.
Por otro lado, el estudio señala que Norteamérica y China serán las regiones más beneficiadas en términos de crecimiento adicional de la actividad (14,5% y 26,1%, respectivamente), aunque Europa y Asía también lograrán "ganancias considerables". Así, señala que en Europa del Sur se traducirá en un PIB un 11,5% mayor.
Por sectores, los de salud y automoción son en los que, en principio, la Inteligencia Artificial podría tener un mayor efecto, tanto porque permitirá un mayor nivel de personalización de los productos como en términos de ahorro de tiempo, utilidad y de acceso a datos.
IMPACTO EN EL EMPLEO
El informe concluye que la adopción de tecnologías de inteligencia artificial va a significar, probablemente, la desaparición de aquellos puestos de trabajo que puedan ser redundantes pero, también, va a suponer la creación de otros, como consecuencia de los aumentos de productividad y de las nuevas demandas de los consumidores.
"A un nuevo perfil de trabajadores, creativos y centrados en desarrollar y determinar la mejor forma de aplicar la inteligencia artificial, se unirá otra clase de empleos relacionados con el mantenimiento, el funcionamiento y la regulación de estas tecnologías emergentes", agrega.
Por ejemplo, apunta que para gestionar la circulación de los vehículos autónomos en las carreteras será necesaria una figura equivalente a la del controlador aéreo, así como que los servicios logísticos de entrega inmediata, los de packaging y de almacenamiento también acabarán con la creación de nuevos puestos de trabajo tanto para los robots como para las personas.
"Ningún negocio o sector será inmune a los efectos de la Inteligencia Artificial. Su impacto en la productividad será muy significativo y, en muchos casos, tendrá carácter disruptivo", ha incidido el socio responsable de PwC Digital, Carlos Severino.