El Banco de España presentó ayer los últimos datos de la posición de inversión internacional y de la deuda externa de la economía española, correspondientes al H2.
La posición deudora de inversión internacional (PII) neta de la economía española aumentó en 44,7 mm de euros con respecto al cierre de año pasado. En términos de PIB el saldo deudor de la PII neta aumentó durante la primera mitad del año en 2,3 puntos hasta 86,2 %, pese al aumento del producto.
Al final, el desglose del saldo deudor que representa el gráfico anterior muestra que el aumento durante la primera mitad del año fue el resultado de un incremento de la posición deudora del Banco de España, del sector privado no financiero y en menor medida de las AAPP. Y de esta forma compensaron el aumento del saldo acreedor registrado por el resto de las instituciones financieras, diferentes al banco central. Excluyendo al Banco de España, el saldo deudor de la PII neta en relación con el PIB habría disminuido 1 punto hasta 68,2 %.
La política de compra de activos por el BCE explica el fuerte aumento de la posición deudora neta del Banco de España, cuantificada en el periodo en 6,5 % del PIB. La elevada liquidez generada por esta medida ha producido un exceso de liquidez dentro de la Unión Monetaria, propiciando flujos financieros importantes entre países. En España se ha mantenido el proceso de desapalancamiento del sector privado, especialmente familias y entidades de crédito, más que compensado por el aumento de la deuda por el Banco de España.
La deuda externa supone la parte de la posición deudora de la PII que genera obligaciones de pago. En términos brutos la deuda externa de la economía española aumentó en la primera mitad del año en 1,9 puntos del PIB, hasta alcanzar un 168,8 %. Y de nuevo el aumento de la deuda externa del Banco de España (3,6 puntos hasta 38,2 % del PIB) fue superior al descenso del correspondiente al resto de los sectores. En concreto la deuda externa bruta de otras instituciones financieras diferentes al Banco de España se redujo en el periodo en 1,3 puntos hasta 35,1 %.
El Banco de España concluye en la nota publicada ayer que la elevada posición deudora de la PII supone un elemento de vulnerabilidad, en la medida que las cuantiosas necesidades de refinanciación que genera suponen una elevada sensibilidad de la economía española a las condiciones de financiación en los mercados financieros internacionales. Todos los sectores de la economía española deben contribuir a la mejora de su competitividad y eficiencia, al mismo tiempo que reducen su deuda. Los bancos españoles así lo están haciendo.