Pregunta del millón de dólares ¿cuántos partícipes de fondos de inversión hay? ¿dos de cada diez españoles? La pregunta es relevante, porque desconocer el número de partícipes real en fondos españoles complica determinar si el producto de inversión que más atrae en estos momentos se vende principalmente a clientes retail o de banca personal/privada. Aquí todo el mundo se pone su medallita, pero no debe ser así. Lo que sí está demostrado es que los rendimientos de los fondos son un auténtico desastre. Diversos estudios relacionadas con las finanzas conductuales han demostrado en reiteradas ocasiones el impacto que los sesgos cognitivos acostumbran a provocar en la rentabilidad de las inversiones. Ahora, un estudio de Morningstar ha puesto cifras concretas. Según la firma de análisis, el market timing ha costado de media un 0,34% anual en los últimos cinco años a los inversores europeos, siendo los inversores en fondos emergentes mono-países y en fondos sectoriales los más perjudicados, con una pérdida del 1,05% y del 1,348% respectivamente. El informe, "Mind the Gap 2016-Europe: The Effects of Behaviour on European Fund Investors Returns", considera el impacto del timing de las inversiones en la rentabilidad media del inversor de los fondos domiciliados en Europa en cada una de las principales clases de activos con vocación a largo plazo, así como dentro de las categorías de fondos individuales, en un período de cinco años.
El estudio utiliza la metodología de Morningstar de la rentabilidad del inversor y muestra que los inversores en fondos concentrados, de mayor riesgo, son los más afectados por el mal timing, obteniendo de media una rentabilidad del inversor más baja que la rentabilidad total en el período de cinco años que contempla el estudio. A nivel de clases de activos, los inversores en fondos alternativos son los que han experimentado la mayor diferencia negativa entre la rentabilidad total y la rentabilidad del inversor, unos 0,58%. Excepcionalmente, el estudio encontró que las rentabilidades de los inversores en fondos son mayores, en promedio, que las rentabilidades totales.
Sigamos con la pregunta inicial. España tiene más 8,2 millones de partícipes en fondos, según las estadísticas trimestrales de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Una cifra muy considerable si se tiene en cuanto que la población nacional asciende a los 46,5 millones. Este dato significaría que casi 2 de cada 10 españoles invierte en fondos, escribe Funds People.
Sin embargo, en todas las estadísticas, no se tiene en consideración que distintos fondos pueden tener un mismo partícipe. Según el último Observatorio Inverco, seis de cada 10 españoles señalan que tienen contratado al menos dos fondos. Casi el 40% entre 2 y 3 productos y casi el 20% más de tres. El 40% restante solo tiene un fondo en cartera.
Por tanto, a la hora de valorar la inversión media de un partícipe en un fondo, que en los productos nacionales asciende a los 29.000 euros, no se puede determinar categóricamente que ese sea el saldo medio de inversión de un español en fondos. De tener dos productos, la media se acercaría a los 60.000 euros, cantidad que aproxima la inversión media del partícipe español a los límites que la banca considera banca personal.
De hecho, casi el 70% del patrimonio de los fondos españoles se concentra en fondos con una inversión media por partícipe superior a los 29.000 euros (el 15% por encima de los 100.000 euros). En el tercio restante de los vehículos la inversión media no supera la media.
No contar con el número de partícipes real en fondos españoles complica determinar si el producto de inversión que más atrae en estos momentos se vende principalmente a clientes retail o de banca personal/privada. No obstante, los datos hacen pensar que es principalmente el cliente de banca personal/privada el que impulsa en mayor medida el crecimiento de estos vehículos. La mitad del patrimonio en fondos españoles, cerca de los 125.000 millones, lo atesoran fondos con una inversión media cuya horquilla se encuentra entre los 29.000 y los 100.000 euros.