A Bankia le crecen los problemas, algunos comunes al resto de entidades bancarias, pero uno es intrínseco de este banco. Lo peor es que el calvario de algunos clientes no es solo con Bankia, sino con los abogados que contratan.
Pero vayamos por partes. Bankia está inmersa en tres frentes:
Caso Bankia
El bufete Rosales lo explica muy bien, a continuación reproduzco su comentario:
“El banco decide cotizar en Bolsa en 2011 con la emisión de acciones u Oferta Pública de Suscripción de Acciones para conseguir captar 3.400 millones de euros bajo el lema de que es una entidad sólida y solvente con ingresos anuales superiores a los 300 millones de euros a cierre del 2011. El 20 de julio de 2011 sale a bolsa con un precio de 3,75 euros por acción. Poco después, presenta las cuentas pero Deloitte se niega a firmarlas por no estar de acuerdo con toda la información. Bankia decide entonces presentar nuevamente las cuentas en mayo de 2012, pero siguen sin estar auditada, de ahí que asistiéramos a la suspensión de la cotización por parte de la CMNV. Bankia reformula las cuentas el 25 de mayo de 2015, pero curiosamente, hay un detalle nuevo: en las anteriores cuentas se dice que tuvieron ganancias de 300 millones de euros a cierre del 2011, pero en las cuentas que presenta el 25 de mayo habla de pérdidas de 3.031 millones. Un día después, el 26 de mayo Bankia es rescatada por el Estado con más de 20.000 millones de euros.
Pero aquí no acaba todo, el 17 de abril de 2013, el valor nominal de las acciones de su nominal unitario de dos euros pasa a un céntimo, se produce la creación de nuevas acciones de Bankia de un euro por cada cien acciones antiguas y el canje obligatorio de las participaciones preferentes y obligaciones subordinadas en acciones de la entidad. Este hecho supuso un perjuicio económico para los clientes quienes vieron mermado el capital invertido en las acciones, en definitiva, habían perdido los ahorros de toda una vida”.
Buena parte de los clientes perjudicados por Bankia comenzaron a reclamar el dinero invertido en Bankia, bien en acciones o preferentes y los tribunales están dando la razón por considerar que la entidad no reflejaba la imagen fiel de la situación por la que atravesaba. Y es que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu considera que se estafó a los inversores en la salida a Bolsa de la entidad y se falsearon las cuentas (el delito de fraude a inversores está penado con hasta seis años de prisión y el de falseamiento contable, con hasta cuatro años).
Cláusulas suelo
El Tribunal Supremo dictó una sentencia el 9 de mayo de 2013 en las que reconocía la retroactividad de las cláusulas suelo cuando eran declaradas abusivas, pero sólo a partir de la fecha de su resolución. En cambio, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea da la razón a los consumidores frente a las cláusulas abusivas en los contratos hipotecarios y ha resuelto que la devolución de las cláusulas suelo debe realizarse desde que se firmaron y no desde mayo de 2013 que es como el Tribunal Supremo pretendía fijar. Todo un abuso con una cláusula suelo en la que aunque bajen los tipos de interés el consumidor no ve bajar también su cuota a pagar.
Se calcula que unos 3 millones de españoles pueden verse beneficiados debido a la falta de información o de transparencia a la hora de firmar el contrato hipotecario. Más o menos la media de dinero que se pagó de más iba de 3.000 a 6.000 euros.
Gastos hipotecarios
Dentro de lo que se denomina gastos de formalización de préstamos hipotecario, queda incluido el impuesto de actos jurídicos documentados, los gastos de notaría, el gasto de la gestoría, la inscripción en el Registro, la tasación.
La idea es que gracias a la sentencia del Tribunal Supremo de 23 de diciembre de 2015 acerca de una hipoteca de BBVA, declaró abusivo que el banco repercutiera íntegramente estos costes al consumidor. Así pues, cualquier persona que contratase una hipoteca, aunque ya esté amortizada, puede reclamar los gastos, y el 90% de las reclamaciones o demandas por gastos hipotecarios ganan. En un principio, se estableció un límite de 5 años desde la extinción de la hipoteca para poder reclamar los gastos, pero atendiendo al artículo 8 de la Ley para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, se trata de una vulneración de derechos, por lo que la reclamación no prescribe nunca. Generalmente, la cantidad que se demanda y se recupera oscila entre los 3.200 y los 10.000 euros.
Problemas con abogados
Pero por si no fuese poco, resulta que en el tema de reclamación judicial contra Bankia por la salida a Bolsa, hay personas que consideran que los abogados que contrataron para intentar recuperar su dinero no actuaron correctamente, se sienten engañadas, y no sólo no han ganado su reclamación sino que encima han de abonar ahora las costas procesales.
Conozco un caso en concreto en el que me comentaron que demandó a Bankia de la mano de Arriaga, en el juicio llegó a un acuerdo con Bankia para recuperar el dinero, pero el problema vino cuando Arriaga se “saltó” la nota de encargo y cobró unilateralmente más de lo que debía en concepto de honorarios. Tras muchas comunicaciones con ellos a través de consumo en la que recibió la callada por respuesta y la petición a través de un burofax, esta persona tuvo que demandar a Arriaga.
En fin, como pueden ver, hay casos y situaciones en los que no sólo hay que luchar contra un fraude o abuso de una entidad bancaria, sino que encima los abogados que se contratan no hacen bien su trabajo y al final es peor el remedio que la enfermedad.