Estamos cerca de entrar en el noveno año de mercado alcista en la bolsa estadounidense. Cada vez son más los analistas que afirman que estas subidas son insostenibles, y que se acerca el fin de uno de los movimientos alcistas más duraderos de la historia. Como nada dura para siempre, parece una obviedad afirmar que nos acercamos al fin de las alzas. Siempre será así. Algunos analistas son más específicos y hablan que probablemente la economía de EE.UU. entre en recesión, y se sitúe cerca de ella, en 2019, por lo que el mercado de valores descontará este escenario negativo con unos seis meses de antelación.

En este punto nos parece interesante traer a estas páginas un reciente análisis realizado por el gestor financiero Eddy Elfenbein, que recuerda un movimiento alcista del Dow Jones de Industriales en un escenario macroeconómico parecido al actual: La tendencia alcista de 1949-1955.

En este periodo el Dow Jones pasó de los 161 puntos hasta los 487 puntos, y lo que es aún más significativo, la tendencia alcista sufrió dos recesiones: La de finales de 1949 y la de mediados de 1953 hasta mediados de 1954.

En la actualidad hay claras similitudes con aquel escenario: Notable crecimiento empresarial, inflación controlada, bajos costes de financiación, sólido mercado laboral, proyecciones macroeconómicas estables.

Con este artículo queremos señalar, que aunque puede ser que los indicadores económicos adelantados acierten en su predicción de una clara desaceleración económica en la segunda mitad del próximo año, en un escenario de solidez corporativa como en el que nos encontramos, la tendencia alcista puede sufrir un periodo de consolidación/corrección, pero no una nueva tendencia bajista.

El secreto, como siempre ha sido, está en lo bien que las empresas sorteen la contracción económica. Al fin y al cabo, cuando se compra una acción lo que se está comprando es una parte de una empresa.