¿Qué pasa con un euro fuerte? ¿Dónde puede moverse la divisa comunitaria en los próximos meses? ¿Qué mercados salen favorecidos o perjudicados? Cuestiones importantes para comentar.
Aunque ya escribí un artículo recientemente hablando de algunas cuestiones semejantes (fue el 15 de enero) he querido completarlo y añadirle más cosas que considero interesantes que debatamos ahora.
El euro subió en el 2017 casi un 15% (14,80%) y es un hecho que supone una preocupación para el Banco Central Europeo. Nowotny reconoció que la moneda se está fortaleciendo demasiado y el vicepresidente Constancio dijo estar preocupado por los movimientos bruscos y no justificados que apreció recientemente. ¿Y por qué tanta preocupación con el euro? Pues porque un euro fuerte endurece las condiciones monetarias de la eurozona y limita las perspectivas de retirada de estímulos.
Es cierto que esta fortaleza del euro todavía no está afectando negativamente a las Bolsas del viejo continente, pero sí lo es que puede suponer una rémora e impedir que este año pueda ser tan positivo que el anterior. Fíjense que las posiciones largas (compras) en el euro alcanzaron al cierre del año máximos, y que en lo que llevamos de enero se mantienen muy elevadas, hecho que mostraría que los inversores siguen apostando por la divisa y que ésta se mantendrá fuerte durante los próximos meses.
El Ibex español y el Mibtel italiano son índices bursátiles donde esta fortaleza del euro se deja sentir menos (aunque eso no significa que no les afecte, en el selectivo español el 40% de los ingresos de las compañías que lo componen viene de Europa), ya que son mercados donde el sector bancario tiene un peso importante. el otro lado de la moneda es el Dax alemán, que se basa mucho en el carácter exportador de sus cotizadas.
¿Y por qué un euro fuerte es negativo para las Bolsas del continentales? Pues porque las compañías que cotizan obtendrían menos ingresos al procederse al cambio a euros, una buena parte de las ganancias desaparecerían y al final los resultados que publicarían cada trimestre serían peor de lo esperado, originándose correcciones en los índices bursátiles o simplemente menos subidas, todo dependería de la magnitud de las cifras presentadas por las empresas.
Es cierto que las aerolíneas, generalmente tendían a comportarse bien con una apreciación del euro, más que nada porque gran parte de sus gastos son abonados en dólares, pero claro, nos encontramos con una inercial alcista del precio del petróleo, hecho que contrarrestaría el efecto mencionado, por lo que en esta ocasión no tendría por qué ser una buena idea.
Escenario del euro frente al dólar (eur/usd)
Existen una serie de motivos que deberían llevar a pensar que el euro seguirá fuerte frente al dólar. Serían los siguientes:
1) Una subida de tipos en diciembre del 2017 estaba más que descontado por el mercado, por lo que una vez se produjo ya no originaba el efecto esperado. Y es que aunque la FED siga subiendo los tipos en el 2018 (cosa que el mercado apoya en hasta dos o tres ocasiones) su hoja de ruta de normalización monetaria está en buena medida descontada por el mercado, fíjense que ni en los bonos ni en el dólar se aprecia lo contrario.
2) En los próximos meses se descontará un incremento en la facilidad de depósito, es decir, el dinero que el BCE cobra a los bancos por dejar su dinero aparcado). Aunque ello será en los primeros meses del 2019, los inversores irán descontándolo previamente.
3) Trump no quiere un dólar fuerte. Un dólar fuerte implicaría menos exportaciones y más renta disponible para los consumidores, pero también importaciones más baratas e inflación más baja. Si el billete verde está fuerte, pueden comprar más pero pueden vender menos. Un dólar débil puede ayudar a hacer crecer la economía gracias a las exportaciones cuando baja la demanda interna.
4) No hay unanimidad en el seno de la FED en cuanto al número de subidas de tipos este año. Por un lado están Williams y Dudley que son claros partidarios de realizar tres subidas en 2018, por otro lado tenemos a Evans que es más prudente y precavido y prefiere esperar acontecimientos. Sí, la FED va a subir los tipos este año, pero el hecho de que haya diferentes opiniones en la FED hace que el billete verde no se sienta del todo respaldado.
5) Trump quiere sacar a Estados Unidos del NAFTA (tratado de Libre Comercio de América del Norte) y se corra el riesgo de que si no hay un acuerdo, la economía norteamericana y el empleo se verían afectados, por lo que la FED tendría problemas para subir los tipos de interés tan alegremente, o al menos al ritmo propuesto.
6) La retirada del QE, proceso denominado tapering, se está produciendo de manera progresiva para evitar distorsiones en los mercados e incrementos de volatilidad (el BCE tiene muy en mente el famoso antecedente de la FED con Bernanke de presidente cuando en el 2013 anunciaron el tapering y afectó bastante al mercado de divisas y al de bonos).
La horquilla en la que seguramente se mueva eur/usd en los próximos meses sea entre 1,1550 y 1,25