Como es sabido, Donald Trump nombró a Jerome Powell como nuevo presidente de la Reserva Federal norteamericana, sucediendo a Janet Yellen ya el próximo 5 de febrero. Mr. Powell tiene el enorme desafío de hacer la transición a una nueva política monetaria. En esta nueva fase, el objetivo es acabar con los estímulos a la economía, reducir el balance de la Fed y subir de forma gradual los tipos de interés. Hereda una economía en expansión desde hace 10 años, la tasa de desempleo más baja de los últimos 15 y una tasa de inflación que se aproxima al objetivo del 2%. Es de extrema importancia y el momento oportuno para hacer una reflexión.
Como en los mercados de capitales existen los osos y los toros, en materia de política monetaria existen las palomas y los halcones. Las palomas tienen como ideología la adopción de políticas poco agresivas, o sea, son apologistas de tasas de interés bajas, preocupándose por el crecimiento económico, con el empleo y con la inflación. Los halcones defienden la aplicación de políticas más rígidas, con intereses más elevados para contener la inflación. En el contexto actual, los últimos sugieren la retirada de los estímulos de los bancos centrales, quantitative easing, y la subida de los tipos de interés para prevenir una eventual subida, descontrolada, de la inflación.
¿Mr Powell es más paloma, que halcón? Algunos le llaman búho.
No se debe esperar un cambio radical en la política monetaria de Powell. Este asumirá una política de continuidad de Yellen, manifiestamente "paloma", aunque defienda, por ejemplo, la reducción de las limitaciones a las actividades de los bancos, regla de Volcker, ideología que agrada a Wall Street.
Powell tiene por delante un minucioso desafío, si no veamos.
Si, por un lado, la subida de los intereses es demasiado rápida, tal decisión podría desacelerar la economía y aumentar la tasa de desempleo. William Dudley, aún presidente de la Fed de Nueva York, observó que cuando el desempleo subió más del 0,3%, la economía entró en recesión. Por otro lado, si la subida es demasiado lenta puede haber un descontrol de la tasa de inflación o aún la continuación de esta tendencia alista en los mercados financieros, subiendo de forma desenfrenada, sin correcciones, están creando las condiciones para la existencia de una burbuja especulativa. Tales decisiones tendrán que ser tomadas con la precisión de un relojero suizo.
El próximo presidente de la Fed debe todavía contar con una piedra en el zapato. El aumento de las tasas de interés para mantener el objetivo de la inflación es, seguramente, contrario a los objetivos de las metas de empleo y el crecimiento económico de la administración Trump.
Deseos sinceros de buena suerte Mr. Powell.
Abel Trindade
(Equipo Másquetrading)