El Banco de España publica hoy los últimos datos de la financiación a los sectores residentes no financieros en España. La financiación total se aceleraba en noviembre hasta un aumento anual del 1,4 %, el mayor crecimiento desde mayo pasado.
Detrás de esta cifra estaba un crecimiento de la financiación a las administraciones públicas del 3,8 % y un descenso del 0,2 % a familias y empresas.
Pero los datos del Banco de España conocidos hoy también nos anticipan que en diciembre la financiación total al sector privado aumentó un 0,2 %, de la mano de un aumento del 0,9 % en la financiación a empresas. Es el dato más alto desde mayo.
Todos estos datos reflejan dos conclusiones. La primera, que las familias españolas siguen reduciendo deuda acumulada antes de la crisis bajo una tendencia claramente descendente.
La segunda, la recuperación de la financiación empresarial (especialmente pymes) apoyada en los préstamos de los bancos.
Es significativo como el nuevo crédito bancario tanto para familias como para empresas ha seguido creciendo con fuerza en los últimos meses. También con datos del Banco de España para todo 2017, la nueva financiación de los bancos ha crecido a ritmos del 17 % a las familias y del 9,7 % para las empresas. En 2016 la nueva financiación bancaria a empresas retrocedió más del 18 %, en su mayor parte por la diversificación hacia la financiación mayorista de las grandes empresas. Su reversión este año refleja las favorables condiciones de financiación que ofrecen los bancos españoles, en un entorno de fuerte recuperación económica a la que sin duda están contribuyendo. Especialmente en el caso de las pymes.
Según los datos del Banco de España los tipos de interés de las nuevas operaciones de préstamo hipotecario caían en diciembre hasta un 1,83 %, el nivel más bajo de los últimos años. Caídas de tipos que también se reflejaban en las nuevas operaciones de préstamo de consumo y a sociedades no financieras, en ambos casos también en niveles mínimos. Y descensos muy superiores a los observados en promedio europeo.
Es importante reconocer el gran esfuerzo que realizan los bancos españoles para seguir reduciendo los tipos de préstamo al mismo tiempo que mantienen en positivo los de depósito, en un contexto donde ven penalizados los suyos en el ECB. La facilidad de depósito de los bancos tiene un tipo de interés negativo del 0,4 %.
Los principales beneficiarios de las políticas monetarias expansivas aplicadas por el BCE han sido las familias y empresas. El BCE mantiene un mensaje de una aproximación gradual en la normalización de estas medidas extraordinarias. En este contexto de tipos de interés oficiales nulos y negativos, cabe esperar que el ahorro busque alternativas de rentabilidad mayores a las tradicionales. La prioridad de los bancos españoles es proporcionarlas de forma transparente y segura.