"Determinados analistas y otros tantos gestores, hemos repetido, hasta quedarnos afónicos, que nunca en los últimos 300 años los tipos de interés en el mundo estuvieron tan bajos durante tanto tiempo y nunca, en este periodo, hubo una distorsión tan exagerada entre la economía real y la financiera. Nunca el ahorro estuvo tan penalizado. Nos enseñaron a todos a ahorrar desde pequeños con vistas a la jubilación, al futuro ¿y ahora qué? Las cosas pintan mal, como veremos en dos apuntes escritos hace meses, pero que hoy son de máxima actualidad. Los bancos centrales, con sus tipos de interés negativos durante tanto tiempo, nos han obligado a cometer, de nuevo, excesos en las Bolsas y en el sector inmobiliario. La misma estampa de hace diez años ¿Cómo salimos de esta ciénaga de la mejor manera posible? Con una voladura controlada de los tipos negativos y de los bonos, con una vuelta a la normalidad monetaria de acuerdo con las nuevas condiciones económicas: subida de tipos largos hasta la zona del 3% y elevar los tipos oficiales por encima de cero ¿Podrán los bancos centrales hacerlo sin provocar estampidas en los mercados? Algunos como el BCE parece que no se han enterado que la inflación real, no la que programan sus expertos, ya ha saltado en algunas zonas de Europa. El BCE sigue en sus trece. Malas vibraciones", dice Alonso J. economista especializado en Bolsa.
Un apunte de hace meses, pero de máxima vigencia: Las acciones están caras. Los bonos están caros. ¿Qué puede hacer un inversor? Las acciones están caras. Los bonos están caros. ¿Qué puede hacer un inversor? La contestación que da el analista John Authers en FT es clara: Por desgracia, la única respuesta parece ser la de invertir en activos nuevos y desconocidos, asumiendo riesgos nuevos y desconocidos. Authers señala que tanto las acciones como los bonos en comparación con sus promedios históricos parecen caros (de forma dramática en el caso de los bonos).
Según Cliff Asness, un antiguo académico que ahora dirige AQR Capital Management en Nueva York, ha afirmado que el retorno esperado en la próxima década de una cartera invertida un 60% en acciones y un 40% en bonos, es del 2,4% anual. Este es el peor rendimiento previsto en los últimos 112 años.
Estudios alternativos de historiadores financieros como Elroy Dimson, Paul Marsh y Mike Staunton, apuntan a que los extremadamente bajos niveles de tipos de interés reales, han estado asociados a extremadamente bajos retornos posteriores, tanto para la renta fija como para la variable.
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Otra historia de máxima actualidad. JON SINDREU escribía hace meses en The Wall Street Journal Los bancos centrales sueltan las riendas de los mercados: Para los mercados, la era de los bancos centrales puede estar empezando a llegar a su fin.
En 2017, el endurecimiento de la política monetaria y la mejora de los fundamentos económicos podrían ayudar a soltar a los mercados de las garras de los bancos centrales, cuyas políticas de estímulo en los últimos años han dominado las transacciones de bonos, acciones y otros activos.
El giro presagia grandes cambios para los inversionistas, que ya están reconfigurando sus carteras. Un prolongado período de tasas de interés sumamente bajas y compras de activos por parte de los bancos centrales impulsó el alza de los precios de las acciones y los bonos considerados seguros. Ahora, los inversionistas esperan que el desempeño económico pase a ser un motor de los mercados y que el estímulo monetario deje de expandirse.
Eso significa que los activos más riesgosos, que se benefician más del crecimiento económico, prolongarían en 2017 su auge de fin del año pasado, mientras que los bonos y las acciones más defensivas seguirían sufriendo.
Los analistas también prevén que los inversionistas se concentren más en la rentabilidad de las empresas y su riesgo crediticio y menos tiempo en desmenuzar los discursos de los banqueros centrales palabra por palabra.
“Empezamos a regresar a un mundo en el que los fundamentos importan un poco más”, dice Dean Turner, economista de UBS Wealth Management..."