La semana pasada finalizó con una toma de aire en el mercado americano después de haber tenido días de elevada volatilidad. El S&P 500 ganó un 1,49% hasta 2.619,55 puntos, el Dow Jones subió un 1,38% hasta 24.190,9 y el Nasdaq se apreció un 1,44% hasta 6.874,49 puntos. A pesar del cierre positivo del viernes, el S&P 500 cayó un 5,2% semanal, su mayor caída porcentual desde enero de 2016. El índice cerró la semana casi un 9% por debajo del máximo histórico generado hace apenas dos semanas.
Las fuertes caídas de la semana confirmaron que el mercado estaba en una corrección, más del 10% desde el máximo del 26 de enero. El Dow se movió en un rango de más de 1.000 puntos. La renta variable era el atractivo del mercado debido a los bajos rendimientos de los bonos, pero el aumento de los rendimientos ha disminuido el atractivo de las acciones, especialmente con valoraciones de las acciones en niveles históricamente caros. El índice de volatilidad de Cboe “VIX” terminó casi tres veces más alto que su nivel del 26 de enero. Los rendimientos de los bonos del Tesoro a diez años terminaron la semana en 2,85%, cerca de donde comenzaron. El viernes se negociaron alrededor de 12 mil millones de acciones, cifra muy por encima del promedio diario de 8,5 mil millones en los últimos 20 sesiones.
En cuanto a los sectores que mejor se comportaron, destacamos al tecnológico con subidas en Microsfot, Alphabet y Facebook, mientras que el sector energético fue el que peor se comportó con las caídas del precio del petróleo.
En Asia, Japón se ha mantenido cerrado por ser festivo, mientras que las subidas del viernes en EE.UU. han provocado subidas en China, el índice China A50 se ha apreciado un 0,51%, mientras que el índice de Shanghai ha subido un 0,76%.
En Australia, los bancos que han sido objeto de escándalos y regularidades en los últimos años se ven envueltos en una amplia investigación gubernamental. Con un examen a los bancos, las aseguradoras, los proveedores de servicios financieros y los fondos de pensiones de la nación, se considerará si los reguladores tienen suficiente poder para abordar la mala conducta.
Los inversores globales continúan con dudas por los riesgos que pueden traer los datos de inflación de Estados Unidos después de las ventas la semana pasada. El informe de la inflación de EE. UU. que se publicará el miércoles puede ser el próximo catalizador que nos muestre si las acciones seguirán siendo el atractivo o si por el contrario las inversiones pueden cambiarse hacia los bonos. Las previsiones para la inflación es que desacelere un hasta el 1,9% en enero respecto al año anterior cuyo dato fue del 2,1%, debido principalmente al efecto de base de una lectura alta en enero de 2017, mientras que se espera que el IPC subyacente se sitúe en el 1,7% frente al 1,8% anterior. Un resultado en línea con las expectativas o por debajo probablemente será un gran alivio, mientras que si es mayor podría asustar a los inversores, aumentando las probabilidades de subidas de tipos más agresivas y con ello, la rentabilidad de los bonos.
Además, estaremos pendientes de los planes de gastos del gobierno de EE. UU. El presidente Donald Trump espera lanzar un plan para generar 1,5 billones de dólares en mejoras de infraestructura y también entregará su plan presupuestario para 2019, en el que se espera que respalde una gran acumulación del Pentágono.
El dólar ha perdido un 0,4% frente en una canasta de monedas, hasta situarse en 90,118. El billete verde se ha mantenido estable frente al yen en 108,71, ayudado en parte por los informes de que, Kuroda, sería re-nombrado como jefe del Banco de Japón y es probable que continúe la política monetaria ultraacomodaticia del país. El euro ha subido un 0,5% hasta 1,2288 dólares, después de perder un 1,8% la semana pasada.
Las materias primas han recortado las pérdidas recientes, con el oro un 0,6% arriba en 1.323,88 la onza. Los futuros del crudo Brent se han recuperado hasta 63,38 dólares el barril, mientras que el crudo ligero de Estados Unidos con vencimiento en abril ha subido hasta 59,88 dólares; después de que la semana pasada tuviesen las mayores caídas desde 2016.
En cuanto al Bitcoin, El Senado de Arizona aprobó la semana pasada un proyecto de ley que permite pagar impuestos criptomonedas. En estos momentos (10:40h) el Bitcoin cotiza en 8798 dólares en la plataforma de IG y sube un 2,45%, mientras que Ethereum cotiza en 870,12 y sube un 0,53%.