Decíamos la semana pasada que el Dax estaba en nivel de compra, y que si rebotaba desde los mínimos anuales debería proyectarse hacia los 12.500 puntos.
Efectivamente el rebote se ha producido y quienes arriesgaron para coger ese rebote han ganado ya un 3,6% y todavía podrían ganar algo más, a la vista del buen tono con el que cerraron las Bolsas el pasado viernes. Efectivamente, en la jornada de cierre semanal del viernes pasado tuvo lugar un movimiento que es casi el reflejo, pero al revés, de lo que sucedió un mes antes, cuando el viernes 2 de febrero las Bolsas americanas iniciaron una fuerte caída tras evidenciar el informe de empleo norteamericano de enero una subida salarial que inquietó a los inversores.
En esta ocasión ha sucedido justamente lo contrario. El informe de empleo de febrero fue el más deseado por Wall Street, con buena creación de empleo y ausencia de tensiones salariales, y eso catapultó a los índices americanos al alza, en medio de un ambiente eufórico que recordaba a los mejores tiempos del pasado enero.
¿Se han terminado las turbulencias? ¿Volvemos al "mundo feliz" del 2017 y de enero de 2018?
El Gráfico que adjuntamos muestra cómo los futuros del S&P avanzaron casi un 5% desde el lunes 5 de marzo por la mañana hasta el viernes 9 pasado, y muestra asimismo la aceleración final de las últimas horas del viernes, tras la publicación del ya mencionado informe de empleo. Lo que no sabemos es si es una manifestación más de un mercado desorientado o es un nuevo acto de fe en esa América que, según el Presidente Trump, va a ser grande de nuevo.
Solo el tiempo dirá si lo que hemos visto en febrero es un primer aviso de mayores turbulencias o más bien un susto pasajero carente de significado. Pero la prudencia nos invita a no olvidar tan rápidamente esos momentos no muy lejanos en los que Wall Street parecía desplomarse en pocos minutos.