El flujo de fondos en los llamados TIPS, los bonos protegidos contra la inflación alcanzó un récord en el mes de febrero, señal de que los inversores se preparan para la inflación. Los TIPS se crearon en el año 1997 para garantizar que no se pierda dinero cuando el coste de la vida se dispara repentinamente.
Pero veamos un poquito más acerca de este tema…
Los Bonos TIPS (Treasury Inflation Protected Securities) son títulos del tesoro protegidos contra la inflación, bonos americanos cuya rentabilidad está ligada a la inflación. Es decir, están diseñados para proteger de la inflación a los inversores. La herramienta a través de la cual se mide la inflación en Estados Unidos es el índice de precios al consumidor CPI que es el que marca el valor de este bono, de manera que si el CPI aumenta, la rentabilidad del bono sube en la misma medida y si el CPI resulta negativo, la rentabilidad del bono caería.
Estos bonos también pagan semestralmente un interés sobre su nominal como cualquier otro bono indexado. En un bono tradicional, el inversor recibe semestralmente su cupón y al vencimiento de este el valor nominal del bono. El cupón es la resultante de aplicar el tipo de interés de adquisición del bono sobre el valor nominal o inicial del bono dividido por dos. Si la inflación durante la vida del bono es positiva, mermará en la misma cantidad el valor actualizado del bono a su vencimiento. Por este motivo, se diseñaron los TIPS o bonos ligados a la inflación.
La diferencia con los tradicionales reside en que el capital nominal del bono se revisa semestralmente en función de la inflación. Es por ello que los intereses recibidos fluctuarán en función del capital inicial del bono ajustado a la inflación, y que el valor al vencimiento del bono se verá ajustado con la inflación.
Una cosa a tener presente es que la volatilidad, aunque es baja, en este tipo de bonos es más elevada que la de los bonos nominales. En períodos de desaceleración caen mucho más dado que están siendo arrastrados por una suba en la tasa de interés real. Además, son menos líquidos que los bonos nominales.