"Habíamos recuperado en enero el buen sentimiento de mercado, el más favorable a la inversión en Bolsa, pero duró poco. El miedo a un batacazo de Wall Street y las bravuconadas de Trump, entre otras cosas, se lo han cargado. Hemos vuelto, así, a entonar la misma y vieja canción. Los que han vendido dicen que llega el Apocalipsis. Los que han comprado, que el mundo global va eliminando riesgos y que las Bolsas no tienen alternativas. Mientras, los medios repiten como papagayos las excelencias de valores opables y, al revés, empresas que se van a despeñar. Y ni lo uno ni lo otro. El dinero se aferra a la Ley del Sentimiento de Mercado. Una acción en Bolsa vale lo que alguien está dispuesto a pagar por ella. Los teóricos dirán que esa acción está cara o barata de acuerdo con unos protocolos de valoración, que con frecuencia, no sirven para nada, salvo unos viejos criterios que nunca han fallado y que expondré a continuación..."
No podemos vivir del miedo en ningún aspecto de nuestra vida, pero sí con prudencia, mucha prudencia . Como cuenta Rubén Camacho, Psicólogo y coach el miedo solo es un problema cuando le tienes miedo a tus miedos. El miedo es probablemente la emoción humana más popular en los últimos tiempos, sobre todo desde que las redes sociales se convirtieron en nuestro principal medio de comunicación. Compartimos vídeos y frases sobre el miedo y nos decimos constantemente que no debemos tener miedo, apostamos por una vida sin miedo, le consideramos nuestro peor enemigo..." me dice el CEO de una importante gestora, que añade:
“Recuerde lo del SENTIMIENTO DE MERCADO, una frase célebre hace veinte años, pero que ha desaparecido en la vorágine de Casino en que se han convertido los mercados. El SENTIMIENTO DE MERCADO hace que las cosas sean buenas o malas, que las cotizaciones suban o bajen sea cual fuere el nivel del índice en ese momento”, me escribe Alfonso Aguado, economista, que añade:
"Más referencias sobre Sentimiento de mercado: La psicología en el ser humano es muy variable según las circunstancias a las que esa persona se enfrente. En concreto, en el mercado bursátil, esto se hace patente y nos podemos encontrar con variaciones de la psicología de mercado, desde situaciones de máxima confianza y optimismo, hasta situaciones en las que sentimos temor o verdadero pánico..."
"Y sobre la teoría de la opinión contraria: Nos dice que es probable que el mercado acabe haciendo lo contrario de lo que el gran público espera, y con más probabilidad de que eso ocurra cuanto más extremo sea el sentimiento. Así pues, si somos capaces de identificar estos extremos de sentimiento podemos tener un nuevo elemento importante para complementar en nuestras decisiones. Esta variable puede, en muchas ocasiones tener una importancia estratégica fundamental..."
"Y en esta misma dirección, un Sentimiento de Mercado positivo nos lleva a ver gangas por todas partes ¿Hablamos de gangas? En más de un ocasión he leído de afamados cazadores de gangas que de tanto comprar lo que ellos creían gangas se arruinaron. No obstante, a medida que mayor ha sido el deterioro de las cotizaciones y peores las expectativas en lo que respecta a los beneficios empresariales y económicas, mayores son las posibilidades de adquirir acciones a buen precio, encontrar alguna ganga, porque del mismo modo que el mercado ha exhibido una enorme capacidad de anticipación en este peor escenario, también manifestará una gran flexibilidad a la hora de incorporarse a un futuro económico mejor. En ambos procesos, en el de caída y en el de subida, siempre se producen reacciones exageradas. Ahí puede estar la ganga. No olvidemos, sin embargo, que el término ganga va históricamente unido al de desahucio, simples baratijas, abalorios…"
"No despreciemos, por tanto, el término; no lo utilicemos con tanta frivolidad, porque una ganga es una cosa apreciable que se adquiere a poca costa o con poco trabajo. Aquí reside la dificultad ¿Dónde están las gangas? Hay más ¿por qué no considerar que las gangas hipotéticas de hoy pueden ser mayores gangas mañana?..."
"Siempre hay caza de gangas tras una caída de los mercados. Tome nota. Hay algunos fundamentos claves que han perdurado con el paso del tiempo y que seguirán haciéndolo en el futuro. Hay que tener dinero y paciencia. Estos son algunos de los cálculos que hay que realizar en cualquier coyuntura:
*Cotización inferior a 2/3 del valor contable.
*Cotización inferior a 2/3 del valor neto de su activo en el mercado.
*Crecimiento de los beneficios del 7% durante los últimos cinco años.
*Deuda total menor que el valor contable.
*Un cociente entre activos y pasivos líquidos mayor que dos.