Hay pocas personas más prestigiosas en el mercado financiero que Jamie Dimon, presidente y director de JP Morgan. Bien, pues Dimon recientemente se mostró bastante inquieto con el mercado de acciones, previendo mayor volatilidad en las bolsas.
“Si el crecimiento en Estados Unidos se está acelerando y cualquier holgura restante en los mercados laborales está desapareciendo, y los salarios comienzan a subir, al igual que los precios de las materias primas, entonces no es una posibilidad irrazonable que la inflación pueda subir más de lo que la gente podría esperar”, afirma Jamie Dimon en su carta anual a accionistas.
En el escenario anterior, añade Dimon, "no es descabellado pensar que la Fed tenga que tomar medidas más drásticas para contener la inflación". Básicamente lo que nos señala Jamie Dimon es que si las cosas van bien en EE.UU., la Reserva Federal no tendrá más remedio que subir sus tipos de forma más acelerada, y por consiguiente, las bolsas sufrirán este nuevo panorama monetario.
¿Será este el detonante para que se instale un mercado bajista de ciclo en las bolsas? Muchos analistas creen que sí. Otros consideran que no, que únicamente nos encontraríamos en una fase de consolidación antes de un nuevo impulso alcista. Nicolás López de M&G Valores está entre ellos. Afirma:
Tras el desplome de febrero y el rebote posterior, los índices europeos y americanos han desarrollado un nuevo tramo bajista que en los índices más fuertes ha ido a tantear los mínimos de febrero sin romperlos.
En las últimas tres semanas los índices se han mantenido en las cercanías de esos niveles de soporte en un proceso de formación de un suelo que finalmente parece completo. Es probable que en próximas semanas se desarrolle un proceso de rebote sostenido que, en el límite, podría devolver a los índices más fuertes, particularmente los americanos, a las cercanías de los máximos previos a la corrección.
Aunque no es del todo descartable, pero en principio no creemos que el proceso correctivo haya finalizado y esperamos que el rebote que ahora se inicia forme parte de un movimiento lateral amplio que podría prolongarse algunos meses todavía. Este movimiento se desarrollaría en el rango que ya han definido los índices en meses recientes.
En los índices norteamericanos es donde la pauta descrita es más clara. La intensa subida desde 2016 les ha alejado de su directriz alcista y la actual corrección sería una forma de suavizar una pendiente de subida insostenible a largo plazo. Si realmente el S&P 500 fuera a “esperar” a converger con su directriz alcista de largo plazo mediante un movimiento lateral éste se mantendría hasta el mes de octubre aproximadamente y sería a partir de entonces que los índices norteamericanos estarían en condiciones de desarrollar un nuevo proceso alcista por encima de sus máximos históricos. Lógicamente el proceso se acortaría en tiempo si hubiera una caída más profunda por debajo de los mínimos recientes pero a corto plazo parece que el mercado ha encontrado un soporte sólido.
Los índices europeos también dan muestras claras de haber formado un suelo de corto plazo al menos. En los índices más fuertes (Dax, Eurostoxx …) cabría esperar un rebote hacia las cercanías de los máximos previos. En el Ibex el nivel equivalente sería la zona del 10.600 que es su último máximo significativo.