A la hora de valorar los fundamentales de una empresa, hay muchas formas de hacerlo. Hay maneras comunes para todas las empresas y otras formas más específicas de cada sector. En el sector inmobiliario existen dos conceptos importantes que hay que conocer para valorarlas: GAV y NAV.
NAV (Net Asset Value): Es el precio de mercado de su patrimonio, es decir, el valor liquidativo neto de sus activos. La valoración de los activos se hace por medio de un experto independientes que calcula plusvalías latentes que no aparecen en el balance pero que sí tienen los activos de la empresa, en este caso inmobiliarios. A este valor hay que descontarle la deuda que se tiene para tener el valor liquidativo final. Las inmobiliarias suelen cotizar con descuento respecto a su NAV, ya que la disponibilidad de ese dinero suele ser penalizado.
GAV (Gross Asset Value): Es el precio de mercado del patrimonio de la empresa sin descontar las deudas que tiene la empresa. Es el NAV pero sin contabilizar las deudas. Su uso es menor que el del NAV y suele tener un valor bastante por encima de su cotización.
Para la valoración de empresas es bastante usado el NAV y vamos a ver cómo están en las inmobiliarias cotizadas.
Se puede comprobar que hay empresas con bastante potencial, hasta su valoración, según este criterio. Tanto Quabit como Realia ofrecen descuentos más que considerables y que el mercado debería pagar aunque destaca muy por encima Inmobiliaria del Sur. Por otro lado se comprueba que tanto Hispania como Colonial cotizan por encima, de hecho la primera está siendo objeto de una OPA que sigue valorándola ligeramente por encima por lo que no parece probable que vayan a mejorarla. Si se sigue este criterio, queda claro en qué valores habría que estar.