Ayer jueves asistimos a un incremento de los tipos de interés a largo plazo. El rendimiento de los bonos del Tesoro de USA a 10 años alcanzó su nivel más alto en más dos años, concretamente el 3% (ya saben que en materia de bonos cuando los precios caen, el rendimiento aumenta).
¿A qué se ha debido este hecho? El 22 de noviembre les comenté en el blog que ”la tasa de interés sobre los bonos de largo plazo ha podido mantenerse en niveles bajos y razonables mediante las políticas monetarias no convencionales de la FED, concretamente mediante la compra masiva de bonos del Tesoro y otros activos, el famoso QE. Es por ello que cuando el pasado mes de mayo Bernanke comentó que pronto podría desmantelarse progresivamente el QE3, las tasas de interés de largo plazo subieron con fuerza”.
En efecto, y una vez confirmado oficialmente por la FED que el programa de compra de bonos mensuales se reducirá de 85.000 millones de dólares a 75.000 millones, es la razón de la subida.
Es un tema delicado, porque tener elevada la tasa de interés de los bonos de largo plazo implica incrementar el coste de financiación tanto para las empresas como para las familias. Además, podrían frenar el consumo y la inversión.
¿La FED no hizo nada al respecto? Se intentó motivar a los inversores para que acudiesen a comprar mediante la idea de mantener la tasa de interés por un día en niveles bajos durante un buen tiempo, el problema es que esto no es así mientras la tasa de desempleo no baje al menos al 6,5%.
Respecto a la economía norteamericana, el FMI mantiene una perspectiva sólida para el 2014, elevando la previsión de crecimiento de la economía norteamericana. El gasto del consumidor sube un 0,5%. El índice de actividad de la Fed de Chicago subió a 0,60. Los pedidos de bienes duraderos suben un 3,5%. El déficit por cuenta corriente se ha reducido y es el menor nivel de déficit desde el año 2009, implicando el 2,2% del PIB. Además el IPC de noviembre ha sido plano y en términos anuales se sitúa en el 1,2%, con lo que sigue sin haber signos inflacionistas.
En el primer trimestre del año volverá un tema conocido. El Tesoro de USA piensa que aún se necesitará elevar el techo de la deuda del país a finales de febrero o principios de marzo. De modo que se necesitará un nuevo acuerdo entre demócratas y republicanos. Una nueva confrontación derivaría en incertidumbre y los mercados de renta variable lo acusarían.
El futuro S&P500 mantiene su estructura técnica alcista, marcando nuevos máximos históricos. En el corto plazo, no advierto ningún síntoma de flaqueza mientras continúe por encima de los 1.760 puntos.