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Cómo calcular si te puedes permitir un minicrédito

Los minicréditos son un tipo de préstamo personal muy particular.
por Dinero y créditos Hace 6 años
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Salvo honrosas excepciones, los importes por los que se emiten los minicréditos suelen ser muy reducidos. Además, los plazos de devolución también son extraordinariamente breves.

Por otro lado, los tipos de interés son considerablemente más elevados que los un préstamo personal bancario. Sin embargo, el procedimiento para su solicitud, tramitación y aceptación es extraordinariamente sencillo.

La combinación de todos estos factores hace difícil calcular si te puedes permitir un minicrédito o no. Al fin y al cabo, y como has podido comprobar, son un producto financiero muy particular.

Comprueba los honorarios que deberás pagar por el minicrédito

Lo primero que deberías hacer es comprobar los honorarios, comisiones o cualquier otra denominación que la entidad de créditos rápidos utilice para referirse a los intereses que deberás pagar por el minicrédito.

ImagenAl tratarse de un préstamo reducido con un plazo muy breve, no tiene demasiado sentirse fijarse en la TAE que, de seguro, será elevada. En su lugar, te recomendamos comprobar los honorarios a costear. Si estás seguro de que podrás pagarlos en el plazo oportuno, entonces es probable que puedas permitirte el minicrédito.

Conviene señalar que esta regla sólo es aplicable cuando los minicréditos son utilizados de forma esporádica. Bajo ningún concepto te recomendamos emplearlos de manera habitual pues, en ese caso, la TAE sí cobra una gran importancia y, como ya hemos señalado hace un momento, suele resultar prohibitiva.

Por cierto, existen algunas entidades que ofrecen un primer minicrédito gratuito, como mecanismo para captar nuevos clientes. Por regla general, estos préstamos están limitados a 300 euros, pero no tendrás que pagar ni un céntimo en calidad de intereses, comisiones y honorarios. Tan sólo devuelve el importe en el plazo acordado y listo.

Ten en cuenta el plazo de devolución del minicrédito

El plazo de devolución de los minicréditos suele ser de entre 5 y 30 días. Algunas entidades ofrecen hasta 45 días pero se trata de casos excepcionales. Además, la diferencia no es significativa.

Para determinar si te puedes permitir el minicrédito o no, debes asegurarte de que podrás tener el dinero a devolver en el plazo acordado. En caso contrario, estarás asumiendo un enorme riesgo, pues las penalizaciones por demorarse en los pagos de un minicrédito son extremadamente altas.

¿Cuándo tendrás la liquidez suficiente para amortizar el minicrédito?

Permítenos insistir en esta idea. Bajo ningún concepto deberías solicitar un minicrédito si no tienes la absoluta certeza de que vas a contar con el dinero necesario para devolverlo y cubrir los intereses.

En realidad, éste es un principio que deberías aplicar a cualquier mecanismo de financiación. La cuestión es que en los préstamos a largo plazo puede resultar más difícil tener la certeza absoluta de que vas a contar con los ingresos necesarios.

En el caso de los minicréditos, no hay excusa que valga, puesto que los plazos de devolución son muy breve. Si no tienes certeza de que vas a disponer de la liquidez necesaria en un plazo máximo de 30 días, que es el límite general de todos estos tipos de préstamos, entonces no te lo puedes permitir. Fin de la discusión.

Si se trata de una emergencia, intenta conseguir el dinero por cualquier otro medio. Las consecuencias de no poder devolver el minicrédito supondrán un nuevo problema, para el que quizá ya no tengas alternativa.

¿Cuál es el propósito por el que vas a pedir el minicrédito?

A menudo, los minicréditos se promocionan como mecanismo de financiación de cualquier tipo de gasto.

No se puede criticar el hecho de que las empresas de minicréditos intenten conseguir clientes ofreciendo estos préstamos para múltiples escenarios. Sin embargo, te recomendamos que antes de solicitarlos de forma compulsiva, medites otras alternativas de financiación, o incluso la conveniencia de postergar el gasto e intentar ahorrar el dinero que necesitas.

Teniendo esto en mente, en todos aquellos casos en los que el gasto a acometer pueda considerarse, los minicréditos deberían estar siempre al final de la lista de alternativas.

Por supuesto, tienes la certeza de que podrás costear los intereses, técnicamente eso significa que puedes permitirte el minicrédito. Sin embargo, ten en cuenta que estarás encareciendo tu nivel de vida de una forma innecesaria. De nuevo señalamos que, si se trata de casos aislados, un pequeño capricho no te va a hacer ningún daño. Sin embargo, no lo conviertas en un hábito.

Por otro lado, si el gasto es debido a una situación relevante, no dispones de otras alternativas y la situación requiere la velocidad de tramitación que ofrecen los minicréditos, entonces puedes permitirte un minicrédito. Los intereses son elevados pero las cantidades son tan reducidas en términos absolutos, que no supondrán un gran impacto para tu economía, mientras que pueden suponer una gran diferencia para ayudarte a salir de un aprieto.

Por ejemplo, hay minicréditos que incluso aceptan y tramitan solicitudes durante el fin de semana o en días festivos. Además, muchas de estas entidades se comprometen a gestionar las solicitudes y entregar el dinero en la cuenta de los clientes en menos de 15 minutos.

Sin duda se trata de una gran ventaja a tener en cuenta en situaciones de emergencia, y calcular más certeramente si puedes o no permitirte pedir un minicrédito.

En conclusión, los factores a tener en cuenta para calcular la conveniencia de pedir un minicrédito no son los mismos que deberían utilizarse para cualquier otro tipo de préstamo personal. La próxima vez que te estés sopesando solicitar un minicrédito ten presente nuestros consejos.

 


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