El dólar, al que dedicábamos nuestro anterior gráfico semanal, ha tenido un comportamiento muy diferente los dos primeros días de la semana, en los que siguió fortaleciéndose hasta llegar cerca de los 1,185 dólares por euro, y los tres siguientes en los que, tras la decisión de Trump de desligarse del acuerdo con Irán, ha ido cediendo posiciones deslizándose de nuevo hasta los 1,194 dólares por euro a los que cerró el viernes. Seguimos apostando por un dólar más fuerte en los próximos meses, al calor de las decisiones de la Fed, aunque a corto plazo, como vaticinábamos el pasado lunes, deba descansar un poco, tras las fuertes subidas de la semana pasada.
Lo curioso de la subida del dólar estos últimos días es que ha sido compatible con la subida de las Bolsas americanas, y ello ha sido posible gracias al magnífico comportamiento de las compañías energéticas, con Exxon a la cabeza, y de las grandes tecnológicas.
El gráfico muestra cómo Exxon (en rojo) ha subido con fuerza estas últimas sesiones, tras haber sufrido una fuerte corrección en febrero y en marzo, que le llevo a mínimos del año, y a niveles no vistos desde 2015 cuando el petróleo estaba a menos de la mitad de su precio actual. También el Nasdaq 100 (en azul) muestra una fuerte subida estos días, tras la caída de febrero y de marzo, esta última provocada por el escándalo de datos de Facebook y por los tuits de Trump contra Amazon.
¿Va a continuar este "ciclo combinado" de subidas de energéticas y tecnológicas?
El Gráfico indica que las energéticas están más lejos de sus máximos anuales que las tecnológicas, luego tal vez, si atendiéramos a este dato, puedan tener algo más de recorrido adicional, sobre todo si las tensiones en torno a Irán continúan y el crudo sigue subiendo o al menos se mantiene en estos elevados niveles.