Los bancos centrales han empeñado todos sus esfuerzos para superar la inestabilidad financiera surgida durante la crisis. Pero no habría sido posible sin el refuerzo de toda la sociedad, comenzando por las entidades de crédito que han combinado una mejora en solvencia y liquidez con su principal razón de ser que es proporcionar la mejor financiación y servicio a sus clientes.
Las tres principales ideas que subyacen en el reciente informe del BCE son:
1. La mejora económica favorece la estabilidad financiera
2. Pero también han aumentado los riesgos desde los propios mercados financieros
3. Los bancos han mejorado su rentabilidad, aunque deben seguir reduciendo sus vulnerabilidades
Solo los bancos entre el resto de las instituciones financieras europeas han reducido en los últimos cinco años su exposición a la deuda, incluyendo la de mayor riesgo crediticio.
¿Cuáles son los cuatro principales riesgos para el futuro de acuerdo con el BCE?
1. Un potencial deterioro en las condiciones de los mercados financieros como consecuencia de un aumento de la prima de riesgo
2. Potenciales riesgos para que se mantenga la financiación bancaria ante obstáculos internos y externos
3. Elevada deuda privada y pública acumulada en la crisis
4. Riesgos de liquidez en el sector financiero no bancos
La necesaria normalización monetaria está detrás de algunos de los riesgos anteriores. Pero los bancos centrales serán prudentes y cautelosos a la hora de volver a la normalidad con respecto a las medidas monetarias expansivas actuales. Asumiendo que esta normalidad a futuro será diferente a la del pasado, con tipos de interés probablemente más bajos y unas condiciones financieras laxas. Para mantener la deseable estabilidad financiera es prioritaria la propia estabilidad bancaria, lo que pasa por reducir la incertidumbre regulatoria y hacerla más justa, al mismo tiempo que se deben reducir las vulnerabilidades en el sector financiero no bancos.