Me dice Adrián L. analista bursátil que tanto quería el diablo a su hijo, que le sacó un ojo. Tanto "quiere"el Señor Draghi a los bancos europeos, que puede provocar una nueva y gran crisis bancaria en Europa. Vamos camino de ellos. Por eso, las entidades anhelan que el BCE comience a endurecer su expansiva política monetaria actual. “A la necesaria recuperación de la rentabilidad de la banca europea ayudaría una salida moderada y progresiva del escenario, en primer lugar, de tipos negativos (dejando de penalizar a la banca por el exceso de liquidez) y, en segundo lugar, del tipo de intervención del 0% del BCE”, confirma el informe ‘Bajos tipos de interés en la Eurozona: impacto sobre los márgenes y la rentabilidad de los bancos’, publicado por Funcas. Por ahora, sin embargo, los bancos aún tendrán que esperar. Todo indica que, como pronto, la entidad presidida por Mario Draghi no elevará los tipos de la facilidad de depósito hasta comienzos de 2019, en tanto que las subidas de los intereses oficiales no llegarán hasta finales del segundo trimestre del próximo año..."
Y un enlace vía Invertia al respecto: El negocio tradicional de la banca en España cae a mínimos desde 2002
Hacer banca ya no es lo que era. Los bajos tipos de interés, la presión regulatoria, la nueva competencia tecnológica y los activos improductivos con los que aún carga el sector provocan que el ‘negocio de siempre’, el de ganar dinero captando ahorro y dando préstamos, ya no sea tan lustroso.
Lo evidencian las últimas cifras publicadas por el Banco de España (BdE) correspondientes al pasado ejercicio. En 2017, el margen de intereses de las entidades de depósito por la actividad que desempeñan en España apenas generó 23.225 millones de euros. Es decir, un 4,4% menos que en 2016, cuando el margen total alcanzó los 24.297 millones.
Pero son otros precedentes los que otorgan una perspectiva más adecuada a ese dato: es casi la mitad que el registrado en 2009, cuando ascendió 43.034 millones, y se trata del volumen más reducido desde los 22.283 millones de 2002, siempre según las estadísticas del BdE.
O lo que es lo mismo, el margen más vinculado al negocio de siempre de la banca, puesto que recoge los ingresos que genera por prestar dinero y los gastos que realiza por captarlo a partir de los volúmenes de préstamos y depósitos que manejan las entidades, constata que el sector lo tiene difícil para ser rentable con su operativa habitual.
Tras esta realidad figuran varias causas. Entre ellas, sin duda, los bajos tipos de interés que establece el Banco Central Europeo (BCE) y su reflejo en referencias tan fundamentales para el sector como el euríbor. Con el precio oficial del dinero en el 0%, con los tipos de interés de la facilidad de depósito en el -0,40% y con el euríbor a 12 meses en el -0,191% -y en negativo desde febrero de 2016-, lograr un margen con el negocio de captar y prestar se complica. “La continuada compresión del margen de intereses en el negocio doméstico, como consecuencia del reducido nivel de los tipos de interés con los que operan las entidades de depósito, limita de manera importante su capacidad de generación de resultados”, valoraba el BdE en su último Informe de Estabilidad Financiera.
Como añade el propio supervisor, este factor resulta determinante a la hora de explicar la baja rentabilidad sobre el capital (ROE) que las entidades logran por su actividad en España. Al cierre del primer semestre de 2017, el ROE de las entidades por su negocio español se limitaba al 5,9%, por debajo de un coste de capital (COE) que se mueve entre el 8% y el 10%.
La estrechez del margen de intereses se contagia a su vez al margen bruto, que añade al margen de intereses el dinero que las entidades ganan por sus comisiones, los dividendos de sus participaciones, el cambio de divisas y el resultado de sus operaciones financieras (ROF). En 2017, el margen bruto obtenido en España descendió 46.734 millones, un 3,5% menos que en 2016 y el dato más bajo desde los 44.705 millones de 2005.