Jornada de absoluto muermo por la que primero ha desfilado una aparente debilidad que de inmediato ha sido arrojada a la cuneta por el índice europeo, que se ha despojado de los miedos matutinos para terminar la sesión casi en tablas.
Obstinada y rocosa, la resistencia situada entre 2.887,81 y 2.901,54 ha logrado frenar en seco al Eurostoxx. No obstante, cabe pensar que esta resistencia no podrá aguantar una nueva andanada del precio. Entretanto, recuerdo que ayer se generó un nuevo objetivo de subida (no mostrado en el gráfico) que se localiza entre 2.938,39 y 2.962,42.
Por otro lado, mientras persista la divergencia bajista dibujada por el indicador de momento, la supervivencia de la fase ascendente seguirá amenazada. Sin embargo, resulta imposible que veamos resquebrajarse esa fase en tanto el precio no dé su brazo a torcer y muestre verdaderos signos de desfallecimiento.
No menos interesante se presenta el comportamiento de la onda sinusoidal, que por enésima vez ha modificado su pronóstico sobre el techo teórico (TT) del ciclo, ajustándolo a la derecha; así, ahora el TT se prevé para el 18 de septiembre, entre las 09:00 y las 11:00.
Después de vérselas con el TT, el Eurostoxx tendrá que lidiar con la vibración de Gann capaz de forzar un techo que aparece asimismo el 18 de septiembre, entre las 13:00 y las 15:00. La siguiente vibración aparece el 19 de septiembre, entre las 09:00 y las 11:00. Una tercera vibración se ubica el 20 de septiembre, entre las 11:00 y las 13:00.
A punto ha estado el precio de cerrar por debajo de la línea horizontal referida en el informe de ayer. A todo esto, al cierre de la jornada de hoy se ha generado una nueva línea horizontal cuya rotura a la baja activaría una señal de la posible conclusión de la fase ascendente del ciclo; esa nueva línea se sitúa en 2.878,10.
Permanezcan atentos.