Último día de la semana bajista, tras el cierre negativo de ayer en EE.UU., pese al buen dato de empleo publicado pero lastrado por las empresas energéticas, y esta madrugada en Asia.
En otra jornada con escasas referencias macroeconómicas y volúmenes negociados en mínimos seguiremos atentos a los desarrollos en el ámbito comercial y geopolítico. En el primer caso, señalar que China ha excluido el petróleo de su lista de importaciones procedentes de EE.UU. sujetas al nuevo arancel del 25%. Esta no parecía una estrategia acertada ya que la economía China es muy dependiente de las importaciones de crudo, importando un 70% de su consumo, aunque solo el 3% procede de EE.UU., y unos mayores precios podrían agravar la ralentización de la economía. Además, esta no sería la mejor forma de lograr una exención a la futura prohibición de importación de petróleo iraní que entrará en vigor el próximo mes de noviembre.
Tras la caída del pasado miércoles, el crudo continúa en torno a los 72USD/b a pesar de la controversia aparecida en prensa acerca de los datos de producción publicados por Arabia Saudí, según la cual su producción cayó en 200.000 barriles al día en julio, dato que contrasta con las estimaciones de Platts de un aumento de producción de unos 300.000 barriles diarios. De ser correctos los datos de Platts, supondrían la mayor producción de Arabia Saudí desde mediados de 2016, y excederían el acuerdo de la OPEC para limitar la producción con el fin de estabilizar los precios, lo que podría provocar un conflicto dentro del cártel y aumentar la volatilidad de los precios.
En cuanto al plano geopolítico, señalar las nuevas sanciones implementadas por EE.UU. contra Rusia a partir del 22 de agosto por el caso del envenenamiento del exespía ruso Serguéi Skripal en Inglaterra, ante las que el jefe del comité de Asuntos Internacionales de la Duma ha prometido responder. Estas se suman a las impuestas anteriormente por EE.UU. y la UE por la anexión de Crimea y el conflicto en Ucrania. La yield bono ruso a 10 años sube 15pbs hasta superar el 5%, con el rublo cayendo un -5% frente al dólar, en su nivel más bajo en 2 años, y la bolsa de Moscú llegando a caer hasta un 9%.
Como hemos señalado en otras ocasiones, la incertidumbre por el conflicto comercial y las diferentes sanciones económicas aplicadas, unido a la normalización monetaria de la Fed y la fortaleza mostrada por la economía norteamericana está ayudando a la fortaleza del USD, lo que junto a diferentes factores intrínsecos está haciendo tambalearse las divisas de varios países emergentes, con la lira turca en mínimos históricos tras caer más de un 15% en la semana, y el peso argentino y real brasileño en mínimos de un mes. Por su parte, el EUR/USD caía a niveles de 1,145, su nivel más bajo en más de un año.
Por su parte, el BCE ha publicado su boletín económico subrayando que la economía de la zona euro avanza por una senda de crecimiento sólido y generalizado y la incertidumbre provocada por la amenaza proteccionista sigue siendo elevada por lo que augura un alto grado de volatilidad en los mercados financieros y reitera la necesidad de un estímulo monetario notable así como de la política de forward guidance sobre los tipos de interés oficiales para alcanzar sus objetivos de inflación en el medio plazo.
Finalmente, en Japón hemos conocido los datos preliminares del PIB del segundo trimestre, en tasa anualizada +1,9% (vs 1,4%e y -0,9% anterior) y en tasa trimestral +0,5% (vs +0,3%e y -0,2% anterior), lo que hace evitar la recesión técnica tras dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo. Esto hizo repuntar con fuerza al yen y provocó caídas en el Nikkei superiores al 1%.
Desde un punto de vista técnico, los niveles a vigilar son: Ibex 9.100/9.300 – 10.600/11.200, en el Eurostoxx 3.100/3.250-3.500/3.700 y S&P 2.320/2.500 – 2.875-3.000 puntos.