Una vez finalizado 2013, sería interesante mirar atrás y analizar los aciertos y errores que hemos cometido durante el año, y aprender de unos y otros si es posible. El analista Jeff Reeves ha hecho este ejercicio en el WSJ y ha hallado 7 cosas que deberíamos haber aprendido del año pasado:
1. Comprar y mantener funciona
El rendimiento anual del S&P 500 desde 1926 ha sido del 10% en promedio. Más recientemente, el retorno anual desde 1970 sube hasta el 15%. En la clasificación de las 200 mejores casas de análisis y servicios de asesoramiento financiero realizada por Mark Hulbert, los primeros puestos eran ocupados en todos los casos por estrategias de “comprar y mantener”.
La lección que hay que aprender para 2013 no es sólo que la estrategia de “comprar y mantener” funcionó en el pasado, sino que lo hace en el presente y lo hará en el futuro. Es algo que hay que tener en cuenta antes de empezar el 2014.
2. Las previsiones no funcionan
Robert Seawright elaboró recientemente una lista con los “mejores” pronosticadores de Wall Street, y todos ellos fallaron en sus previsiones de 2013 entre un 16% y un 30%. Es cierto que algunos analistas no se equivocan y aciertan en sus estimaciones con una ratio de error razonable, pero no lo hacen con la suficiente frecuencia como para seguir ocupando los primeros puestos de acierto año tras año. Los pronósticos de los analistas no pueden tomarse como el principal factor a la hora de tomar nuestras decisiones operativas.
3. Pare de comprar activos que protegen contra la inflación
Los datos muestran que la inflación está contenida en los países desarrollados. En EE.UU. por ejemplo no ha estado por encima del 3% desde diciembre de 2011. Como resultado, si usted invirtió en activos del Tesoro de EE.UU. protegidos contra la inflación a través de fondos cotizados al comenzar el 2013, habrá perdido alrededor de un 9% frente a una subida del 25% para el S&P 500.
4. Tenga cuidado con los fondos de renta fija
El estrechamiento monetario en EE.UU. comenzó oficialmente el 18 de diciembre. La Fed recortó en 10.000 millones de euros su programa de compra de bonos. Nadie sabe cómo va a evolucionar los tipos en 2013, pero es altamente probable que los tipos vayan a aumentar en algún momento de 2014, lo que implicará caídas en los precios. Así sucedió desde el último mayo a principios de julio. Los fondos de renta fija no son atractivos en estos niveles.
5. Compre lo que conozca
Este es un antiguo consejo de Warren Buffet. Habrá muchas empresas cuya actividad desconozca que subirán mucho en 2014, y que lamente no haber comprado, pero para una estrategia de cartera de largo plazo, compre aquellos valores de empresas que conozca. Asegúrese que su estrategia de inversión esté basada en la tendencia del mercado y los datos de beneficio, no en la moda pasajera (o no) de los consumidores, o en las opiniones de sus vecinos.
6. No ganará si no opera
Los bajos niveles de desempleo en EE.UU., el menor desde 2008, las estimaciones al alza de los Productos Interior Brutos de un gran número de países desarrollados, las optimistas encuestas de sentimiento inversor/consumidor, el buen comportamiento de los índices de renta variable en muchas partes del mundo, son demasiados factores positivos para pensar que la racha alcista de las bolsas ya ha finalizado.
Muchos inversores se han quedado fuera de la subida por el gran riesgo involucrado a la renta variable, pero 2013 nos ha enseñado que también hay riesgo en mantenerse fuera del mercado, y es el coste de oportunidad. Corre el riesgo de no tener más rendimiento que los “miserables” que ofrecen el mercado de bonos.
Estas son algunas reflexiones que realiza Jeff Reeves, y a las que me gustaría añadir las siguientes:
7. El pesimista no siempre es un optimista bien informado.
Hay cierta tendencia a pensar que la postura pesimista se ajusta normalmente más a la realidad, mientras que la optimista es demasiado ingenua. En finanzas y en otros órdenes de la vida. Y no es así. Los pesimistas también se equivocan, me decía un antiguo profesor de economía. Este año ha sido la prueba. Los índices de sentimiento han sido muy positivos durante todo el año, lo cual es interpretado normalmente como una señal negativa para el mercado. Esta vez no ha sido así. Las bolsas han subido fuertemente a pesar de esa alta confianza inversora.
8. El mercado siempre tiene que estar preocupado por algo. Si no hay algo real se lo inventa.
Los inversores siempre tienen que tener algún tipo de preocupación en mente. La incertidumbre va cambiando. Lo que ayer era terriblemente negativo para el mercado, hoy ya carece de importancia. Este año la preocupación del mercado ha girado en torno a una posible ruptura de la zona euro, a los malos datos económicos en Grecia, Chipre, España, incertidumbre política en Italia, preocupaciones por las primas de riesgo periféricas, inquietud geopolítica en oriente medio, estrechamiento monetario en EE.UU... Lo verdaderamente importante para el largo plazo son los beneficios empresariales que realmente son los que cotizan en bolsa. El resto de factores son importantes en tanto y cuanto afecten a las cuentas corporativas.
9. No se posicione en contra de los bancos centrales. Siempre perderá.
Las palabras de Mario Draghi afirmando que el BCE haría todo lo necesario para estabilizar la zona euro fueron suficientes para que estabilizara. Los bancos centrales tienen la máquina de hacer el dinero, y contra eso es imposible luchar.
10. Cuando una empresa consigue mantener sus resultados en una situación de crisis global, aproveche las caídas para comprar.
Ha habido grandes oportunidades de compra este año. Las caídas de los últimos ejercicios han dejado a algunos valores en precios de liquidación, cuando su negocio era totalmente solvente. Eso seguirá produciéndose. Hay varios ejemplos en la bolsa española en estos momentos. Haga un análisis bottom-up. Mire primero la empresa, y luego el contexto general. Usted compra una parte de una compañía, no una parte del PIB.