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La excesiva deuda puede ser el detonante del próximo crash financiero

por Carlos Montero Hace 6 años
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La incertidumbre geopolítica, principalmente proveniente de Italia, ha provocado que las bolsas europeas se vean presionadas a la baja con cierta intensidad. Wall Street tiene su dinámica propia y sigue alcanzando máximo tras máximo histórico. De cualquier forma, no será la geopolítica la que haga descarrilar a este mercado alcista. Como siempre, el factor que determinará la evolución de los mercados de valores en el largo plazo será la situación económica y empresarial.

Es en este punto dónde nos queremos centrar hoy. Cada vez son más los analistas los que se preguntan de dónde vendrá la próxima crisis económica, y también cada vez son más los que miran hacia la deuda soberana y corporativa. Guillermo Barba lo explica así:

Hemos señalado con insistencia en este espacio, que la gran acumulación de deuda soberana y de los corporativos -que ya asciende a más del 300% del Producto Interno Bruto mundial-, será la razón fundamental de la próxima crisis financiera, cuyos alcances serán más profundos que en 2008.

Paradójicamente, el causante principal es el banco central que hizo todo lo posible para que el desastre fuera ‘menor’: La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos (con la inyección masiva de liquidez que realizó con su programa de ‘flexibilización cuantitativa’ y depresión artifical de los tipos de interés).

No se ha entendido todavía que un problema de exceso de deuda, consumo y crédito, no puede resolverse con más de lo mismo. El problema después del ‘cañonazo’ de crédito, sólo se agrava.

En fin. El punto es que el banco central norteamericano está ahora en un ciclo alcista y desde 2015 y subió las tasas de interés por tercera vez este año, para dejarla entre 2.00 y 2.25%.

Precisamente, en 2018 se puede ver que los costos de la deuda se incrementen de manera muy sensible para las empresas, y sobre esto abunda un reporte reciente del poderoso banco Goldman Sachs.

“Vimos evidencia de esto durante la temporada de reportes del segundo trimestre, donde varias compañías citaron un mayor gasto por intereses como un viento en contra para las ganancias”.

De acuerdo con esa institución, hay más de 1.3 billones (millones de millones) de dólares de deuda con cobertura no financiera con vencimiento en 2020, aproximadamente el 20% de la deuda total pendiente.

“Lo que ahora es diferente, a medida que las tasas finalmente suben, es que conforme venza esta deuda, es poco probable que las empresas puedan reducir (sus créditos) a tasas más bajas de lo que actualmente pagan”, comenta Goldman Sachs.

Otra señal que da ese banco está en el porcentaje de las empresas altamente apalancadas (es decir, dos veces la deuda neta en relación con el EBITDA) que casi se ha duplicado respecto de los niveles de 2007.

Recordemos que el EBITDA se refiere a las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización. Esto significa que muchas empresas se están endeudando más rápido de lo que crecen sus ingresos.

Además, Goldman Sachs indica que el número de empresas en una posición de efectivo neto ha disminuido precipitadamente a solo 15% hoy en día frente al 25% del periodo 2006-2014.

Por si fuera poco, actualmente hay dos billones (millones de millones) de dólares en bonos no financieros calificados con BBB, la calificación más baja de grado de inversión, según sus estimaciones.

Goldman reconoce que un riesgo inminente de una ola de bajadas de calificación crediticia es bajo, pero advierte que el mercado podría estar pasando por alto el importante costo subyacente de los riesgos de capital y financiero (alto apalancamiento, baja cobertura) para ciertos emisores.

Dicho de otro modo, hay una bomba que quizá no esté a punto de explotar, pero que tarde o temprano lo hará.

Seguimos manteniendo nuestro pronóstico de que una nueva recesión será ese detonante de la ‘bomba’, que podría llegar quizá en un par de años. Como no puede saberse con certeza, es mejor tomar previsiones.

Como vimos en 2008, las calificadoras crediticias van siempre tarde y cuando califiquen mucha de esa deuda como basura, será cuando las señales resulten demasiado evidentes.


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