BME presentó ayer su plan estratégico 2019-21, cuyos principales objetivos son: diversificar ingresos, acelerar el crecimiento y mantener el dividendo por acción (DPA 2018e=1,7 eur/acc). Acomete así una nueva etapa de crecimiento con la que aspira a ser el proveedor de infraestructuras de los mercados españoles de las entidades financieras en toda la cadena de valor (concepto de “one stop shop”), apoyándose para ello en su sólido modelo de gestión (sólido y rentable), el impulso de sus áreas de negocio y el crecimiento inorgánico. Como principales pilares del nuevo plan, la diversificación y el foco en el cliente.
En cuanto a objetivos numéricos, el plan apunta a una TACC 2019-21 de ingresos netos +4% (Markets que incluye Renta Variable, Renta Fija y derivados +4%, Clearing +7%, Liquidación y Registro +7%, Información y Servicios de Valor Añadido +4%) y Beneficio neto +6%. Asumen volúmenes +2%, tarifas bastante estables y +2% por nuevas iniciativas. Se prevé mantener los costes contenidos (+2% anual), así como la contención del capex (10 mln eur/año) y el compromiso con la política de retribución al accionista (DPA estable). Este crecimiento se basa en una favorable previsión de los volúmenes de negocio y de los nuevos fondos canalizados a los mercados, así como en la creación de nuevos productos y servicios para el cliente.
En cuanto al crecimiento inorgánico, éste será prudente y selectivo, buscando acelerar el crecimiento (sinergias de ingresos y costes), diversificando y ofreciendo el mejor servicios a sus clientes, pero siempre bajo estrictas premisas de rentabilidad (ROIC>WACC), de que exista encaje estratégico y de que permita mantener el actual DPA. Estimamos que BME dispone de entre 400 y 600 mln eur para realizar adquisiciones, en base a un exceso de caja en torno a 100 mln eur (una vez descontados de la caja neta a jun-18 de 300 mln eur unos 200 mln eur de capital regulatorio) y una capacidad de apalancamiento hasta 1,5-2,5x DN/EBITDA, que de concretarse permitiría asimismo mejorar la estructura de capital y con ello reducir el WACC.
Valoramos positivamente el esfuerzo de transparencia. BME deberá ir demostrando al mercado su capacidad para acelerar su crecimiento, algo que aún no recoge el consenso con una TACC 2018-21 de ingresos +2% (vs +4% BME) y de beneficio neto +3% (vs +6% BME), un consenso que entendemos que no recoge la aportación de las nuevas iniciativas de crecimiento orgánico (del +4% TACC de ingresos previsto en el plan estratégico de BME, un 40% procedería del negocio actual, +1,6%, y el restante 60%, +2,4%, provendría de las nuevas iniciativas en cada área). El crecimiento estará previsiblemente más sesgado a la segunda parte del periodo del plan estratégico (2020-21), que será cuando se recojan en mayor medida los ingresos de los nuevos proyectos. Asimismo habrá que estar pendientes del timing y retorno de las posibles adquisiciones, donde no esperamos en principio grandes operaciones sino más bien pequeñas compras que se adecúen a los criterios estratégicos y de rentabilidad de la compañía, en un acercamiento muy prudente que permita mantener el DPA. Incorporaremos el plan estratégico a nuestras estimaciones. Recordamos que nuestra recomendación es Sobreponderar, P.O. 31 eur/acc.