Se supone que el Gobierno italiano quiere reducir el déficit público poco a poco, sin prisas ni sobresaltos para lograr el objetivo del 2% en el 2021. el Gobierno adoptaría un sistema acelerado del recorte de la deuda pública con la idea de ir bajando su abultado déficit al 2,2% en el 2020 y finalmente al 2% en el 2021. De esta manera, corrigen la pretensión garrafal y peligrosa de quedarse anclado en el 2,4% como manifestaron hace unos días.
Pero cuidadito que una cosa son las palabras y las teóricas intenciones y otra bien distinta la realidad. Les digo ésto porque las previsiones económicas y fiscales que ha elaborado el Gobierno son utopía, humo. por lo que nos dirigimos inevitablemente hacia un choque, una colisión directa entre Italia y la Unión Europea, cosa que de materializarse tendría importantes repercusiones en los mercados financieros.
Y es que el Gobierno estima que la economía crecerá un 1.5% en 2019, cuando de todos es sabidos que por encima del 1% se antoja misión casi imposible. Lo peor es que ellos lo saben y cualquier comentario en contra de sus previsiones se lo toman como un ataque a u línea de flotación.
El caso es que con los rendimientos de los bonos italianos que todos sabemos cómo están evolucionando y que el Banco Central Europeo está a punto de terminar su programa de flexibilización cuantitativa, Italia pronto se podría encontrarse atrapada en un delicado escenario.
Claro, el sector bancario y financiero es el peor parado. Una encuesta realizada por Barclays mostró que aproximadamente un tercio de los inversores estaban muy infraponderados en las acciones de los bancos europeos. Para prueba de lo que les digo tenemos el ETF iShares MSCI Europe Financials que en el último trimestre siguió viendo cómo los inversores retiraban dinero (256 millones de dólares). Pero el dato más demoledor es que en solo seis días, los bancos italianos han caído un 11,5% (debido a su elevada exposición a la deuda soberana del país y por el encarecimiento de la prima de riesgo).
Como era de esperar, el derrumbe de la banca transalpina contagió a la del Viejo Continente, incluida la española que tenían en balance tras el primer semestre unos 28.000 millones de euros en deuda italiana (y debido al fuerte peso que la banca juega en el Ibex 35, hace que el selectivo español caiga en lo que va de año casi un 8%).
Y esperen, que cuando parece que la cosa no puede ir a peor, se equivocan. Ojito al comentario que se ha marcado Pimco dejando caer la posibilidad de que Mario Draghi se vea obligado a retrasar la primera subida de tipos de interés (recuerden que se espera para el verano del 2019), y es que si finalmente sucede este vaticinio, supondría un nuevo revés para la banca de la zona euro.
En el gráfico pueden ver el mal aspecto que presenta este año el índice bancario europeo.
Respecto a los bancos españoles, decir que:
– BBVA: es el banco más expuesto. Redujo en un 22,5% la tenencia de deuda italiana en los seis primeros meses del año, pero aún posee en cartera bonos del país por valor de 7.600 millones, y de esos, 3.800 millones vencen este año.
– Sabadell: tiene 5900 millones de euros. En el primer semestre redujo su exposición y se deshizo de 2045 millones.
– Bankia: en los seis primeros meses incrementó la tenencia en un 22,8%, hasta los 5.719 millones.
– Liberbank: en el primer semestre se hizo con 2.527 millones en deuda italiana, elevando su exposición en un 196%.
– Santander: ha soltado todo el lastre de bonos italianos que tenía en su poder.