El sector bancario español sigue gozando, en general, de una posición holgada de solvencia y de liquidez. Su rentabilidad también ha mejorado gracias a la menor dotación de provisiones, como consecuencia de la reducción de los préstamos dudosos. La ratio de préstamos dudosos de las entidades españolas, incluyendo su actividad internacional, ha continuado disminuyendo, situándose justo por encima de la media de la UE. Nota de Prensa del BCE tras la décima visita de supervisión realizada con expertos de la Comisión Europea.
Decía ayer mismo la Subgobernadora del Banco de España que la banca se prepara para el futuro. Y es un futuro con retos tan relevantes como la transformación digital que pide la sociedad, una regulación estricta que no acaba de cerrarse y especialmente la mejora de la rentabilidad en un contexto de tipos de interés oficiales nulos y en un entorno de elevada competencia también de empresas que no son bancos y que no están sometidas a las normas y supervisión de las entidades de crédito.
Mejorar la rentabilidad pasa a ser una prioridad para los bancos a nivel mundial, y especialmente para los europeos, de forma que sigan proporcionando un buen servicio y la mejor financiación a sus clientes. Todo ello lleva a la necesidad de reforzar los niveles de capital, cuando el coste sigue por encima de la rentabilidad de las entidades.
Los bancos españoles han realizado un fuerte esfuerzo para sanearse y reforzarse, liderando en Europa la digitalización del sector con el cliente como centro de su estrategia. Pero esto no significa que se pueda ya bajar la guardia cuando la transformación del sector es un proceso vivo como lo es también el escenario en que se desenvuelve su actividad.