En concreto, el SNB perdió el año pasado más de 9 bn. CHF en la valoración de sus reservas. ¿La razón? Pérdidas de 15 bn. en sus reservas del oro. Estamos hablando de una cifra que supera el 1.7 % del PIB. ¿Les parece una barbaridad? Piensen que el SNB, como caso extremo que es, mantiene activos equivalentes al 80 % del PIB. El papel del Banco Central Suizo limitando la apreciación de su moneda se puede considerar extremo.
El resto de los principales bancos centrales mantienen balances equivalentes al 30/40 % del PIB. El BOJ también es otra excepción. Al final, intervención en los mercados que les ha procurado importantes beneficios que transfieren a los tesoros.
Pero, ¿qué pasa cuando hay pérdidas? Naturalmente, el caso de las reservas de oro puede ser algo especial. Piensen por ejemplo en los asiáticos, aunque no tenemos cifras sobre su distribución de reservas. Al final, la acumulación de reservas puede tener este tipo de contratiempos.
Pero, ¿qué puede pasar con la normalización futura de la política monetaria? Esta cuestión es una razón más para considerar que será un proceso lento y en la mayoría de los casos dejando que los activos simplemente se amorticen de forma natural.