Cuando un país cae en recesión, su trayectoria es similar a la de la letra ‘V’. Primero hay una estrepitosa caída, para después retomar el camino hacia arriba, es decir, la recuperación o rebote. Sin embargo, la trayectoria de la economía china es más parecida a una ‘L’, hay una caída pero no una recuperación, sino un camino plano, algo mucho más peligroso que una recesión. Esta es la analogía que utiliza Alhambra Investments en un artículo para describir el estado actual de China, el cual sería mucho peor que al de una economía en retroceso. Muestra de ello es el dato del Producto Interno Bruto (PIB) al tercer trimestre de este año, el cual creció a una tasa anual de 6.5%, la más baja desde 2009.

Por otro lado, la producción industrial china aumentó sólo un 5.8% a tasa anual en septiembre, el primer mes por debajo del 6% en dos años y medio. En otras palabras, no hay signos de recuperación.

“Eso no es bueno, especialmente para una estadística de prácticas tan dudosas, a menudo especialmente diseñadas para lucir lo mejor que puedan”, dice Jeffrey Snider, autor del reporte.

Recordemos que las estadísticas económicas de China son muy cuestionadas por no reflejar el verdadero estado de su economía. De hecho, la opacidad de sus cifras es evidente también en la verdadera cantidad de oro que está acumulando su banco central pues, al día de hoy, nadie sabe cuánto tiene de este metal precioso con absoluta certeza.

Alhambra Investments nos aclara que el riesgo que muestran estas cifras maquilladas, no es que la economía china se pueda derrumbar, sino que eliminan las posibilidades de cualquier racha alcista.

“La economía china no se está derrumbando. Sin embargo, se está desacelerando desde un nivel ya debilitado. El sistema chino en realidad no se recuperó de la última desaceleración a pesar de que ya estamos a tres años de distancia.”

Como vemos, un mundo sin oportunidades es mucho más peligroso que uno donde sólo se suspendieron temporalmente. La trayectoria en ‘V’ de una economía puede ser vertiginosa pero, a la larga, el ‘estancamiento’ -como el de los chinos- es mucho más prejudicial.

Esta es quizá la peor noticia desde la óptica de las economías en desarrollo: cuando China ‘estornuda’, a los países emergentes les da pulmonía.

Fuente: GB