En plena temporada de presentación de resultados, es casi obligado dedicar nuestra sección a otra de las grandes tecnológicas (esta vez a la mayor, Apple) una semana más, aunque sea solo por el hecho de que, habiendo liderado la impresionante subida de las Bolsas americanas hasta fines de septiembre, los grandes valores tecnológicos están siendo también ahora los que mueven a los mercados a esos giros bruscos que estamos viviendo en octubre y en los primeros compases de noviembre.
La semana pasada nos referíamos a Facebook, diciendo que era la gran esperanza de que los resultados diesen soporte a unas Bolsas que amenazaban con romper niveles técnicos delicados. Y, efectivamente, las cifras de Facebook, publicadas el martes al cierre del mercado, aliviaron a los inversores y permitieron un cierto respiro en la sesión del miércoles, con alzas lideradas por las grandes tecnológicas.
El contrapunto vino con Apple el jueves, tras el cierre de los mercados, ya que pese a subir los beneficios un 23% las cifras no gustaron a los inversores. La clave está en que, al igual que en Netflix o en Facebook, las ventas no progresan al mismo ritmo de antes. Hay crecimiento de ventas, pero no el esperado por los mercados. Además, en el caso de Apple, a diferencia de los que sucedía en Facebook, las acciones no habían recortado previamente y estaban, a cierre del jueves pasado, antes de publicarse los resultados, muy cerca de los máximos históricos de todos los tiempos. Como ya sucediera en Amazon hace una semana, hacía falta que las cifras fuesen realmente muy buenas para que la cotización subiese a partir de esos elevados niveles.
Y por ello, al igual que pasó con Amazon la semana anterior, los inversores castigaron a Apple el viernes con una caída que llegó a ser del 7% y que terminó finalmente en un 6,6%. Justo lo contrario de lo que sucedió el pasado agosto cuando las acciones de Apple se dispararon al alza tras presentar sus resultados del segundo trimestre, superando su valor en Bolsa el millón de millones de dólares.
En nuestro Gráfico semanal del 6 de agosto de 2018 recomendábamos, tras esa subida, esperar a caídas para comprar acciones de Apple. Esas caídas se han iniciado, pero son todavía muy moderadas y si observásemos el Gráfico de largo plazo, veríamos que realmente no hay un primer soporte fuerte hasta niveles de 160 dólares por acción.
Además, da la sensación de que la respuesta de Apple al menor crecimiento de las ventas va a ser subir los precios de los nuevos Mac y iPad tal y como ya lo ha hecho con el iPhone. Una estrategia que sin duda funciona a corto (ahí están los mayores ingresos por ventas de iPhone en el tercer trimestre pese al estancamiento de las ventas) pero que plantea serias dudas a medio y largo plazo.
Por ello, y aun reiterando nuestra admiración por la excelente gestión de Apple y por su indudable capacidad de innovación, preferiríamos, en un contexto de incertidumbre como el que actualmente rodea a los mercados, seguir esperando para entrar en Apple.