Comienzan a verse signos de ralentización económica en varios lugares, desde Asia pasando por Europa. Vamos a ahondar en este tema porque conviene aclarar unas cosas y tenerlo todo meridianamente claro.
Empiezan a verse signos de ralentización económica en China, Japón y Alemania. La producción económica en Japón y Alemania se contrajo en el tercer trimestre, mientras que en octubre el gasto de los consumidores en China alcanzó su ritmo más lento en cinco meses y los préstamos bancarios cayeron. Las tarifas arancelarias están afectando a algunas empresas y las preocupaciones sobre el impacto del empeoramiento de la discordia comercial también están afectando el sentimiento de los inversores.
Alemania informó de que su producto interno bruto se contrajo a una tasa anualizada del 0,8% en el tercer trimestre, la primera caída trimestral en 3 años y medio y la tasa más baja desde principios de 2013. La economía de la eurozona creció a una tasa anualizada del 0,7% en el tercer trimestre, su desempeño más débil desde principios de 2013. La economía de Japón se contrajo a un ritmo anual del 1,2% en el tercer trimestre, tras expandirse a un ritmo anual del 3% en el trimestre anterior.
El escenario global contrasta con una economía estadounidense que se expandió a una tasa anualizada de 3.5% en el tercer trimestre, la confianza del consumidor en Estados Unidos aumentó por cuarto mes consecutivo en octubre, y ahora ha alcanzado un máximo de 18 años. El desempleo ha caído a 3,7%, el nivel más bajo desde 1969. Además, las últimas cifras del mercado laboral enfatizan el papel de la economía de los Estados Unidos como una máquina de creación de empleos. Otros 250.000 empleos se agregaron en octubre, superando las expectativas. En los últimos meses, la creación de empleo también ha estado acompañada por un crecimiento más rápido de los salarios. Después de fluctuar alrededor del 2,5% durante unos pocos años, los salarios crecieron más de un 3% en septiembre por primera vez en más de diez años. Es precisamente esta combinación de más empleados y salarios más altos lo que está creando una base sólida para la economía de los Estados Unidos. Si la tendencia actual continúa, los consumidores, que representan alrededor del 70% del PIB, seguirán gastando.
En el primer gráfico pueden ver cómo el riesgo de recesión en Estados Unidos es aún bajo, pero en el segundo gráfico se observa que no se puede decir lo mismo del riesgo de recesión a nivel global…
Después de la reciente venta en los mercados, poco más del 10% de los gestores de fondos de inversión esperan una recesión próximo año.
Por tanto, el riesgo de recesión económica no está en Estados Unidos (aquí más razones que expliqué hace poco), sino en todo caso en Europa, China y Japón.
A finales de octubre, la Asociación Americana de Inversores Individuales informó que el sentimiento alcista de los inversores individuales era del 28%, una lectura que se ubicó en un bajo nivel de optimismo. Desde el máximo del mercado de enero, la lectura alcista ha fluctuado entre un + 26% y un + 45%. La lectura de hoy del 35.1% está dentro de este rango. Este es un nivel alcanzado por última vez a principios de 2016.
Aquí pueden ver el índice de exposición NAAIM, donde 0% significa que los gestores están totalmente en efectivo, y 100% significa que están totalmente invertidos.
Respecto al sentimiento de los inversores, tenemos los siguientes números:
Alcistas: 35,1% (-6,2% respecto la pasada semana).
Neutros: 28,9% (+1,4% respecto la pasada semana).
Bajistas: 36% (+4,8% respecto la pasada semana).
Una cosa interesante sobre el VIX (índice de volatilidad). Para empezar un breve recordatorio de qué es: se basa en la volatilidad de las opciones de corto plazo del SP500. Fue desarrollado en el año 1993 por el mercado de opciones de Chicago, Chicago Board Options Exchange (CBOE).
La idea se basa en que si el mercado es bajista, los inversores querrán protegerse de las caídas y cubrirán sus carteras comprando más puts, y por el contrario, si el mercado es alcista, los inversores no compraran puts, ya que no tendrán que protegerse o cubrirse.
Así pues, una subida del VIX implica descensos en las Bolsas, y viceversa. Una elevada volatilidad está relacionada con un elevado riesgo, y lo contrario con una baja volatilidad. Traducido en números, un Vix por encima de 20 indica temor de los inversores, un Vix por debajo de 20 implica que aún no ha llegado el miedo a los mercados (aquí pueden profundizar bastante más en el VIX y en el resto de índices de volatilidad).
Pues bien, a primeros de octubre escribí en EXPANSIÓN que salvo en el año 2015, siempre hemos asistido a una fuerte subida del VIX en los meses de octubre o noviembre en los últimos seis años, siempre sucede algo en estos meses que lleva a la volatilidad a subir con intensidad. Pues bien, miren el siguiente gráfico del VIX: miren cómo ha subido en octubre….