"El fenómeno Apple, con la presentación reciente de sus cuentas semestrales, hace bueno el viejo dicho de que ningún árbol crece indefinidamente hasta el cielo y que sus raíces, tampoco traspasan los muros del infierno. Fuera la ley del péndulo en los mercados. Todos queremos y buscamos el equilibrio, pero en un mercado dominado por las máquinas es tarea imposible. Apple, la empresa del billón de dólares en términos de capitalización bursátil, tiene serias dificultades para seguir animando a los analistas a recomendar su compra, porque la dificultad está en su gran éxito previo. Ya ha dado gran parte, o toda, de lo que puede dar. Apple ha señalado una guía de futuro muy débil y anunciado que ya no revelará las ventas de unidades de iPhone, iPad y Mac. Lo dicho: ningún árbol crece indefinidamente hasta el cielo. Coincide el fenómeno con un furor porlas acciones en Estados Unidos, como podemos leer en el enlace siguiente", me dice el analista jefe de un banco de inversión.
Y, en este contexto, Goldman Sachs avisa que la exposición directa o indirecta de hogares, mutuas, fondos de pensiones e inversores extranjeros alcanza el 44% de total de los activos financieros. Este porcentaje es el más alto en 18 años, es decir, cuando la burbuja tecnológica se encontraba en su máximo apogeo, escribía José Luis de Haro en el Economista.
Por el contrario, el efectivo en las carteras toca mínimos históricos mientras que las inversiones en deuda se mantienen por debajo de la media. Dicho esto, dada la volatilidad y vaivenes experimentados por la renta variable en las últimas semanas, especialmente en el mes de octubre, David Kostin, estratega jefe de Goldman y su equipo estiman que el próximo año "los inversores comenzarán a reducir el riesgo".
La rotación comienza.
De hecho, en el caso de los fondos de pensiones, esta rotación ya comenzó a formarse en la primera mitad de 2018, cuando la compra de deuda aumentó con fuerza, hasta los 330.000 millones de dólares, de los cuales 228.000 millones de dólares fueron bonos del Tesoro. El año pasado, la compra de deuda por parte de los fondos de pensiones alcanzó los 52.000 millones de dólares en el conjunto de 2017.
"Una curva de rendimiento más plana, el modesto rendimiento del mercado de renta variable frente a los bonos y el efectivo sugiere que la rotación fuera de la bolsa continuará el próximo año", avisa el informe distribuido por Kostin entre sus clientes.
Su equipo proyecta una rentabilidad de la renta variable de tan solo el 5% mientras los economistas del banco proyectan un aumento de hasta 30 puntos básicos en la rentabilidad del bono americano. Dicho esto, si ganancias de la renta variable o las pérdidas en los precios de los bonos fueran más significativas, "los inversores podrían rotar de nuevo a la bolsa el próximo año", advierten desde Goldman Sachs.
Recompra de acciones
De momento, los motores de la renta variable a este lado del Atlántico seguirán siendo las empresas, que gastarán más de 700.000 millones de dólares en acciones, bien a través de la compra de títulos propio, con un crecimiento proyectado del 17%, o a través de fusiones y adquisiciones.
Aún así, el crecimiento de la demanda empresarial de valores en 2019 se desacelerará en comparación con el año en curso dado el aumento potencial en la emisión de acciones, la presión política contra la recompra de acciones y la pérdida gradual del impulso ofrecido por la reforma fiscal aprobada el 22 de diciembre de 2017.
Al mismo tiempo una debilidad del dólar, que podría caer un 3% en los próximos 12 meses, hará que los inversores extranjeros inviertan más de 100.000 millones de dólares en la bolsa americana.
Por su parte, se espera que los fondos de pensiones reduzcan su exposición a la renta variable en más de 100.000 millones de dólares. Los fondos mutuos lo harán en 125.000 millones de dólares, aunque la inversión pasiva en fondos cotizados podría aumentar en 300.000 millones de dólares. Los inversores de a pie también perderán su apetito por los activos en bolsa, reduciendo su demanda en 175.000 millones de dólares, según proyecta Goldman.