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Este es el mayor riesgo para un inversor…las narrativas

por Carlos Montero Hace 6 años
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¿Han escuchado hablar alguna vez del sesgo de confirmación? Básicamente lo que significa es que el ser humano tiene la tendencia a dar más valor a aquellas afirmaciones que apoyan sus propias ideas o acciones. Este sesgo es muy conocido en el mercado de valores. Si son inversores activos seguro que lo han vivido personalmente en múltiples ocasiones. ¿Quién no ha mirado con especial atención aquellas noticias que son positivas para las acciones que tenemos en carteras, minusvalorando, o simplemente ignorando aquellas otras que son negativas? Pues ese es el sesgo de confirmación. 

Dicho esto, lo que habría que añadir es que este sesgo ha provocado enormes pérdidas en los mercados financieros. La ignorancia voluntaria de aquellas informaciones que refutan nuestras posiciones, ha dado origen a pérdidas multimillonarias entre gestores particulares, y entre los mejores gestores profesionales con los que yo he trabajado.  

El analista Brett Steenbarger, experto en psicología del trading, tiene un interesante artículo que habla de este sesgo inversor y de cómo evitarlo. Veamos: 

Los inversores están en su mejor momento cuando tratan sus ideas como hipótesis y actualizan continuamente sus hipótesis. Deben enfocarse en lo que necesitarían ver para desestimar sus hipótesis. Eso les permitiría salir rápidamente de sus posiciones, y limitar el riesgo en condiciones adversas. También les permitiría tomar el lado opuesto de una posición si observan una confirmación significativa de sus ideas.  

Los inversores lo hacen peor cuando tratan sus ideas como conclusiones. Esto les lleva a interpretar la información del mercado con un sesgo de confirmación, mirando datos que respaldan sus puntos de vista y minimizando la información que podría no apoyarlos. Este enfoque conduce a una pérdida de flexibilidad y a una situación en la que el único nivel de parada efectivo es el dolor. Una forma en que convertimos la confianza necesaria en una confianza excesiva mediante la cristalización de nuestras observaciones en narrativas. 
 
Entre los gestores de cartera que operan en mercados y estrategias globales, a veces esto se denomina de manera peyorativa como "narración de historias macro". El gestor observa información (quizás fundamental, quizás monetaria, quizás de mercados, tal vez basada en el precio) y convierte estas observaciones en una narrativa. "Las acciones están subiendo porque las condiciones económicas están mejorando y el sentimiento es bajista". Eso podría ser una narrativa simple. No es un conjunto probado de relaciones y no se trata como una hipótesis. Es una conclusión extraída de información limitada. ¡Es sorprendente la frecuencia con la que los comerciantes con sesgos alcistas o bajistas pueden encontrar información para tejer narrativas alcistas o bajistas!  Una vez que la narración ha cristalizado, organiza nuestra percepción. 
 
Vemos el mundo a través de los lentes de nuestras narrativas. Eso nos hace menos sensibles a otras lentes e información, posiblemente más relevantes. Ver el mundo a través de nuestra narración, y luego justificar eso en nombre de la confianza, es el colmo del exceso de confianza. Lo que queremos en cambio son múltiples hipótesis, cada una con probabilidades cambiantes a medida que la información sale a la luz. En algún momento, las probabilidades cambian lo suficiente como para que podamos realizar un cambio. Pero siempre estamos actualizando esas probabilidades, y siempre somos conscientes de lo que nos llevaría a revertir ese comercio.  


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