"Muy importante esta referencia, que pueden leer en el primer periódico del mundo: por primera vez en más de una década, comprar la caída no está funcionando en el mercado de valores. Ya saben aquello, deberían saberlo, lo de que a mis nietos les voy a dejar de herencia una pared empapelada de notificaciones bursátiles referidas a valores quebrados o a punto de hacerlo, es decir, meros apuntes contables. Los chicharros, que tantos duros me dieron a ganar en el pasado ciclo de exuberancia irracional, han estado a punto de arruinarme. No me han arruinado por el control estrecho, que sobre nuestro dinero ha hecho mi mujer".

E. L. P. es uno de los más agresivos especuladores de la Bolsa y, también, un seguidor apasionado, enfermizo, de los chicharros. "Comencé a promediar valores con el Ibex en los 13.000 puntos, porque consideraba que el varapalo ya había sido suficiente. Luego tomé más acciones, siempre con promedios a la baja, en los 10.000 puntos de Ibex. Luego en los 8.000. Cuando el Ibex tocó los 7.000 mi mujer dijo ¡basta! Lo curioso del caso es que tras los fogonazos de los últimos días, que han llevado el Ibex por encima de los 8.000 puntos, mi patrimonio apenas lo ha notado, porque los índices, el Ibex, suben, pero no lo hacen en la misma proporción mis valores..." 

"Desde hace unos días el pecho me oprime, la cabeza me da vueltas, porque me pregunto ¿qué haré si llega el momento bueno de invertir en Bolsa, como dicen todos los analistas, y me pillan así, en pelotas, sin un euro disponible después de haber estado tanto tiempo promediando?..."