A corto plazo se pueden tomar posiciones, con un stop loss, y esperar, pues sigue siendo más probable un rebote que una caída. A medio plazo la clave sigue estando en mantener los soportes.
Primero fue el temor a una desaceleración de la economía lo que hundió las Bolsas, cayendo muchos índices y blue chip hasta soportes clave. Pero luego, un mayor optimismo sobre la guerra comercial, tras unas declaraciones de Trump, y también la fuerte sobreventa, les ha permitido rebotar y alejarse de los mínimos del mes, aunque sin pasarse. Otros acontecimientos, como el posponer hasta enero la votación en el Parlamento británico al Brexit, la fracasada moción de censura a Theresa May, la propuesta de Italia de rebajar el déficit al 2,04%, o la reunión del BCE, que ha transcurrido según lo previsto, solo han provocado movimientos esporádicos, sin continuidad. Otros problemas, como la curva de tipos en USA, el precio del petróleo, o la desaceleración económica han perdido protagonismo, pero siguen ahí y reaparecerán en cualquier momento. Así que con tantos problemas y sin ninguna solución definitiva, solo algunos parches, las Bolsas no saben qué camino tomar. No se pierden soportes porque aún están a buen precio, pero faltan alicientes para subir.
El Ibex 35 también ha caído y rebotado con fuerza, pese a la caída de Inditex, ayudado por una fuerte subida de las eléctricas, confirmando el soporte de los 8.625 puntos, sus mínimos de octubre, y recuperando la directriz alcista iniciada en 2012. Es un gran paso en la buena dirección, pero el peligra de volver a mínimos otra vez aún no ha desaparecido.