Hace un año, Trump sacaba pecho y se enorgullecía de la subida de las acciones, decía que era una medida precisa de su presidencia y lo bien que estaba haciendo las cosas. Ahora que el tema va al revés, dice que es una gran oportunidad para comprar. Genio y figura el hombre.
No es habitual que un Presidente hable sobre el mercado bursátil, pero a veces simplemente no puede resistirse. Trump fue el último caso, lo dijo este martes (es buen momento para comprar) y el S&P 500 se disparó un 5% después de cuatro días seguidos de pérdidas y la peor sesión de negociación de la víspera de Navidad. Sí, Trump es un habitual, de hecho, desde su elección, ha twitteado sobre acciones bursátiles más de 35 veces.
Ya que es un tema de actualidad, he querido bucear un poco en la hemeroteca (Financial Times, The Wall Street Journal, The New York Times, The Economist) para ver algunos antecedentes. Les resumo el tema en cuestión:
– Ronald Reagan: en octubre de 1987 dijo que los crecientes déficits federales ayudaron a desencadenar una de las mayores caídas de un día en la historia de Dow Jones, cuando el índice cayó casi un 23%. Comentó que no podía entender que crear 14 millones de empleos nuevos, eliminar la inflación, bajar las tasas de interés, aumentar la prosperidad de la gente, no sirviese de nada y que podría dañar el mercado de valores. Pero insistía en estar muy satisfecho con la acción que tomó la Reserva Federal.
– Bill Clinton: en octubre de 1997, se centró en la fortaleza de la economía de los Estados Unidos y evitó hablar sobre el mercado de valores durante la crisis monetaria asiática. Sus comentarios se produjeron un día después de que el Dow Jones perdiera 554 puntos, la mayor pérdida de puntos en ese momento, que suspendió temporalmente la negociación en los mercados de valores de Estados Unidos. Dijo que puede ser decepcionante, pero que no es prudente ni apropiado que ningún presidente comente sobre los movimientos del mercado.
– George W. Bush: en septiembre de 2008 dijo que su gobierno estaba trabajando para abordar las causas fundamentales de la inestabilidad del mercado. Afirm creer en la libre empresa, por lo que se oponía a la intervención del gobierno. Decía que a las empresas que toman malas decisiones se les debe permitir salir del negocio y en circunstancias normales, habría seguido esta máxima, pero estas no eran circunstancias normales, el mercado no estaba funcionando correctamente. Y ahí no acabó su intervención. Continuó diciendo que sin una acción inmediata por parte del Congreso, Estados Unidos podría caer en un pánico financiero y se desarrollaría un escenario angustioso. Más bancos podrían fallar, el mercado de valores caería aún más, lo que reduciría el valor de las cuentas de jubilación, el valor de las viviendas podría caer en picado. Las ejecuciones hipotecarias subirían dramáticamente.
– Barak Obama: quizás el caso más famoso. Fue en marzo de 2009, seis días antes de que llegara el suelo de la crisis financiera, cuando Obama dijo que las relaciones de ganancias e ingresos están comenzando a llegar al punto en que comprar acciones es un negocio potencialmente bueno. Sus comentarios se produjeron un día después de que el Dow cayera por debajo de los 7.000 por primera vez desde 1997 y el S&P 500 alcanzó su nivel más bajo desde octubre de 1996.
Los inversores son conscientes de que el aumento de las tasas de interés y los costes laborales es probable que afecten los márgenes. Si los márgenes de ganancias de las compañías siguen siendo los mismos, el crecimiento de las ganancias se reducirá alrededor del 5%, eliminando un 4% adicional del mercado de valores, o un total del 8%. Es más, una guerra comercial pone en peligro incluso el crecimiento de las ganancias, porque el mayor problema no es el próximo año, sino a largo plazo y el S&P 500 obtiene aproximadamente la mitad de sus ventas en el extranjero.
Este año, solo una compañía en el S&P 500 Energy esta en verde: ConocoPhillips sube 3,9% mientras que las otras 29 se encuentran en territorio negativo. El indice cae un 25% en lo que va de año y está en camino de tener su peor ejercicio desde la crisis financiera.
La caída de los precios del crudo en las últimas semanas es en gran parte culpable, pero incluso antes de la caída, la energía era un sector no deseado por los inversores.
El gráfico muestra los 10 peores diciembre en el S&P500 en su historia… Para los inversores la Navidad se convirtió en un momento de nostalgia.
Fuente: The Wall Street Journal
Respecto a las monedas y las acciones de los mercados emergentes, decir que se encuentran en su peor año desde 2015, pero se han recuperado de los mínimos en los últimos meses. Las acciones entraron en un mercado bajista con las tasas de la FED aumentando y el dólar fortaleciéndose, golpeando a países como Indonesia y Sudáfrica que tenían fundamentales más débiles. Argentina y Turquía encima tenían problemas locales, mientras que México y Brasil navegaron en la incertidumbre por las elecciones presidenciales. La caída de la rupia indonesia a niveles no vistos desde la crisis financiera asiática de 1997-1998 provocó una respuesta política sin precedentes tanto del banco central como del gobierno (a tasa de interés se elevó seis veces este año a 6% para proteger la moneda). Sin embargo, fue Argentina el país que registró los mayores descensos en la región y en todo el mundo. A medida que aumentaron las tasas de interés en los Estados Unidos, el aumento de los déficits fiscal y de cuenta corriente de Argentina provocó una estampida de los activos del país que hicieron que el peso cayera 50% frente al dólar este año. Tomaron medidas drásticas tanto el gobierno como el banco central para controlar la situación. Primero, el estado recurrió al Fondo Monetario Internacional para obtener un préstamo de 56.3 mil millones de dólares. Después, el banco central elevó fuertemente las tasas de interés, pero el país entró en una segunda recesión en tres años.