Se cumple ahora un año del análisis realizado por los analistas de Deutsche Bank sobre los movimientos populistas: "Si bien la consecuencia del reciente aumento del populismo no ha desestabilizado aún los mercados financieros, el nivel de incertidumbre seguramente seguirá siendo alto, mientras que esos partidos sigan siendo un verdadero motor de cambio de poder en las principales elecciones nacionales. Antes de la última década, el único aumento comparable en el populismo se inició en la década de 1920 y culminó en la Segunda Guerra Mundial. Así que, aunque el populismo ha resultado impredecible en los últimos años, el aumento sin duda aumenta los riesgos para el actual orden mundial y podría desencadenar una crisis financiera en algún momento cercano", me dice el analista jefe de un banco de inversión, que añade: "en la misma línea se ha mostrado otro gran banco anglosajón augurando estallidos y algaradas sociales en la próxima crisis ¿Cuál es la fotografía actual?..."
"El pacto contra natura de populistas, contrarios, distintos y distantes en Italia, ha vuelto a recordar el fenómeno surgido y magnificado en la Madre de Todas las Crisis. Extremos políticos, que en Italia se tocan; nacionalismos patentes y auge de posiciones alejadas del diálogo y de la conviviencia, han extendido sus redes por el oceáno político y económico global, apoyados en una propaganda brutal, que pasa por encima de todo. Incluso la mentira vale. En España, los abrazos del PSOE y Podemos, inquietan y sobrecogen al mundo del dinero y de la inversión..."
"Acabo de leer que la influencia de los demócratas en las principales economías está disminuyendo. En el Grupo de los 20, solo el 32 por ciento del producto interior bruto está controlado por los principales partidos democráticos, frente al 83 por ciento en 2007, según Tom Orlik en Bloomberg Economics. En el mismo período, el poder de los partidos populistas ha aumentado del 4 por ciento al 41 por ciento del PIB."Ese es un cambio significativo en la forma en la que se maneja la economía mundial", han diccho Orlik y el economista asociado Justin Jimenez en un artículo de Global Insight. "Hasta ahora no ha tenido un gran impacto negativo en el crecimiento y la estabilidad financiera. ¿Tal vez solo es cuestión de tiempo?
"¿Y cómo conjurar este fenómeno? Es la Economía, lean mis labios. Es la Economía, el pan debajo del brazo, el dinero para tomar una caña, el trabajo que te permite irte de vacaciones unos días, comprarte un coche o pedir un crédito para comprar una cas. Es la Economía la que gana o pierde las elecciones y nos los movimientos anacrónicos y viscerales de los populistas. Hay que seguir avanzando en la mejora de las condiciones económicas, laborales y sociales. Ni los populistas ni la guerra sucia interplanetaria ganan las elecciones..."
"Uno de los gérmenes de los movimientos populistas fue el desempleo, que condujo al desánimo y a la desaprobación de los poderes políticos establecidos. Mejorar los niveles de empleo, atajar y anular corruptelas y acortar desigualdades son retos ineludibles. Para ello urge seguir con las reformas, que es lo contrario de lo que sostienen los populistas, y mantener el crecimiento, que es lo que no quieren los populistas para conseguir sus fines. Recordemos siempre que las penas con pan y vino son menos. Pongamos en marcha la maquinaria del empleo y la de la apuesta por la cultura, la competitividad y la innovación. Los movimientos populistas dejarán de ser lo que son ¿O ya han sido?..."
"El ciudadano quiere trabajar, vivir, comprarse un piso, irse de vacaciones. El humo fantástico ya no vende. La Economía, ¡es la economía estúpidos" la que decide. Por eso los populitas no quieren hablar de crecimientos económicos y sólo buscan dar opio al pueblo, como el despiporre de la Renta Básica. Hay que seguir crecimiento y reformando...".