Empiezan a llegar malas señales económicas y países entrando ya oficialmente en recesión y otros que están a las puertas. Veamos algunas cuestiones referidas a este tema y a otros de actualidad.
Italia ya está en recesión y la verdad es que nadie está particularmente sorprendido. La agencia de estadísticas Istat confirmó hoy lo que el primer ministro Giuseppe Conte dijo el día anterior y lo que los mercados sabían. y es que la producción se contrajo.
La realidad es que Italia tendrá que enfrentarse a algunos problemas reales en los próximos meses y la sostenibilidad de la deuda será uno de ellos. Además de los factores exógenos, como la guerra comercial, la débil economía de China, el Brexit, ha de hacer frente a cuestiones domésticas como el deterioro de la confianza de los consumidores y las empresas producto de la incertidumbre política que pesó sobre el último trimestre del pasado año. No se podría descartar un escenario en el que el Producto interior Bruto caiga un 0,2 por ciento este año.
Por su parte, las exportaciones ayudaron a la economía española y francesa a expandirse más rápido de lo previsto, mientras que Alemania, el motor más importante de la región, apenas creció.
En la zona euro, la confianza económica extendió su peor racha de pérdidas en una década y el indicador de manufactura y servicios bajó a su nivel más débil desde 2013. La economía creció un 0.2 por ciento igualando la tasa del tercer trimestre, que había sido la más baja desde el segundo trimestre de 2014. La tasa de crecimiento del PIB en la zona euro promedió 0.39 por ciento desde 1995 hasta 2018, alcanzando un máximo histórico de 1.30 por ciento en el segundo trimestre de 1997 y un mínimo histórico de -3 por ciento en el primer trimestre de 2009.
Pero aquí no acaba el tema de Europa. Las señales de una desaceleración del crecimiento en Suiza están aumentando. El indicador KOF cayó por cuarto mes consecutivo, afectado por la manufactura, mientras que el indicador de Credit Suisse cayó a un mínimo de siete años. El Banco Central cree que el crecimiento se desacelerará alrededor de 1,5 por ciento este año. El sentimiento del inversor suizo cayó a -44 en enero desde el -22.2 del mes anterior, siendo la peor lectura desde enero de 2012.
Y ojito al Índice Báltico (Baltic Dry Index o su abreviatura BDI). Este indicador se creó en el año 1985 y mide la evolución del transporte por mar de las principales materias primas (trigo, algodón, hierro, azúcar, carbón, etc). Se confecciona cada día (a las 13:00 horas de Londres) a partir de las encuestas que se realizan a los propietarios navieros que aportan información del coste medio por tonelada con el que fletan sus barcos. Si observan el gráfico, verán que está muy bajista y ello significa debilidad del crecimiento global.
Tiene una gran utilidad, entre otras razones porque refleja la demanda real existente de materias primas y la cantidad de contratos de envío de mercancías que se cierran en las principales rutas marítimas mundiales. Por ejemplo, si el índice sube significa que la demanda de materias primas aumenta y con ello la producción y el crecimiento económico mundial. Es por ello que es considerado como un barómetro fiable de la economía.
Digamos que el movimiento en la cotización del Índice Báltico depende de una serie de factores, tales como el crédito, la demanda de materias primas, y a su favor cuenta con que no tiene un sentido especulativo.
En el año 2010 llegó a niveles de 4.000 puntos, con la crisis económica internacional en el 2008 pasó de los 11.000 puntos a los 700 puntos. Por tanto, aventuró la que se venía encima.
Y no podía faltar una reseña a la Reserva Federal de Estados Unidos. Simplemente decir que la probabilidad de que la FED suba los tipos de interés este año cae al 10%.
Incluso si la FED subiese los tipos en su reunión de junio, lo que importa es hacia dónde se dirige la política monetaria en el medio plazo, por lo que no sería nada de extrañar que el mercado de divisas lo pasara por alto y vendiera el dólar de todos modos.
Respecto a los mercados, el índice de acciones mundiales MSCI Global Markets sube en enero un 7.2 por ciento, que es su mejor mes de enero desde que comenzó el índice en el año 1988.
El principal índice de mercados emergentes (MSCI Emerging Markets) sube un 8% en el mes.