"El comportamiento de la Bolsa española en los dos primeros meses del año ha vuelto a resaltar entelequias y leyendas urbanas. Criterios manejados por los denominados expertos en sus manuales tan falsos como los duros de madera. Llevo casi cuarenta años en la Bolsa y he de reconocer que no tengo claro lo de la selección de valores ni otras tantas cantinelas, otras tantas citas atesoradas con el paso del tiempo. Por ejemplo, la cita sagrada de no hacer mudanza en tiempos de crisis. A propósito de esta última, conozco a más de uno que lleva cuarenta años colgado de la brocha de determinados valores por no salir corriendo, por no hacer mudanza en tiempo de crisis. Pero vuelvo al principio ¿sirve la selección de valores en tiempos de incertidumbre y de máxima volatilidad? ¿Selecciona el mercado, realmente, a unos de otros? ¿Hacen las Bolsas distinciones cuando caen chuzos de punta, o, al revés, cuando se descorchan mil y una botellas de champán del bueno? No, no es así. La selección de valores es leyenda urbana, la concentración del espectro de pérdidas...", me dice Máximo G. gran especulador en Bolsa. “En mis cuarenta años de experiencia, digo, sí he comprobado que los valores líderes, pero no todos ¡cuidado con esta advertencia! suelen comportarse menos mal en el medio plazo, pero también sufren varapalos. Son los valores con poco free float, pero también muy pocos, los que mejor se suelen comportar. Para esa tarea es mejor, no obstante, quedarse con las manos metidas en los bolsillos”...
"Huya de los vendedores de crecepelo y de los que dicen que lo saben todo. Huya de los dogmas. Ya saben. El Dogma es el punto esencial de una religión, una doctrina o un sistema de pensamiento que se tiene por cierto y que no puede ponerse en duda dentro de su sistema. Lo peor para invertir en cualquier mercado. Los viejos bolsistas, como los viejos roqueros, nunca mueren. Es más, aprovechan las épocas de fuertes turbulencias para adentrarse en el ojo del huracán, que, como todo el mundo sabe, es donde mejor se está, porque apenas hay viento ni ruido..."
"En el ojo del huracán miran y vuelven a mirar. Desempolvan viejos libros, antiguos manuales, que siempre permanecerán vivos. Unas veces, los manuales decimos, serán pasto de las llamas de las modas del momento. Otras, serán leídos con fruición, como dogma de Fe. Siempre aportarán mucho, porque acumulan siglos de sabiduría ¿Y en qué se vienen fijando desde hace meses los viejos roqueros? Principalmente en la relación PRECIO/VALOR CONTABLE, porque es la que más garantías ofrece a medio y largo plazo en la coyuntura actual. Hay que seleccionar, en este epígrafe, a las compañías que pueden sobrevivir a tornados y tormentas, porque este ratio engloba, con frecuencia, a empresas con futuro incierto y, también, abocadas a procesos concursales..."
Interesante gráfica vía @david_cano_m sobre las diferencias del tan traído llevado PER en función de como se mida el BPA, algo que muy pocos hacen
De nuestra cosecha recordamos, de nuevo, los principios básicos de la inversión en Bolsa. Ya en los años setenta B.Graham elaboró una lista con criterios de rentabilidad (los seis primeros) y de riesgo (los cuatro últimos), que son útiles para detectar acciones infravaloradas.
El decálogo de Graham es el siguiente:
-PER menor que los tipos a largo plazo de la deuda del Estado (obligaciones del Estado).
-PER menor que 2/5 del PER de mercado durante los próximos cinco años.
-Rendimiento por dividendo mayor o igual que 2/3 del tipo de la deuda del Estado a largo plazo.
-Cotización inferior a 2/3 del valor contable.
-Cotización inferior a 2/3 del valor neto de su activo en el mercado.
-Crecimiento de los beneficios del 7% durante los últimos cinco años (no se refiere al crecimiento anual, sino al total del quinquenio, y resulta un criterio dudoso para España).
-Deuda total menor que el valor contable.
-Un cociente entre activos y pasivos líquidos mayor que dos.
-Deuda total menor o igual que el valor neto del activo en el mercado.
-Estabilidad en el crecimiento de los beneficios.