Ayer y antes de ayer les hablamos de la Curiosidad, Flexibilidad, y el “Contrarianismo”, como rasgos básicos de la personalidad de un inversor exitoso. Hoy seguiremos analizando el interesantísimo estudio que realizó Market Fox sobre el temperamento del éxito, del que llevamos hablando estos últimos días. Analicemos la paciencia. La paciencia es una característica compartida por los inversores exitosos de todo tipo. Lo creas o no, incluso los comerciantes a corto plazo deben ser pacientes.
La mayoría de las personas asocian naturalmente el comercio con la actividad frenética. La verdad es algo diferente. Muchos estilos de comercio exitosos tienen tasas de éxito relativamente modestas. Es decir, el porcentaje de operaciones señaladas que resultan rentables es bastante bajo. Las tasas de éxito son a menudo menos del 50 por ciento. Las operaciones no rentables son un obstáculo para el rendimiento (por lo que la gestión de riesgos o la reducción de pérdidas es esencial).
¿Cómo superan los inversores los vientos en contra de una tasa de aciertos baja y el costo de los errores? Paciencia.
En primer lugar, se requiere paciencia para esperar intercambios de mayor probabilidad de acierto. La espera a operaciones de convicciones más altas mejora la tasa de éxito.
En segundo lugar, la paciencia también es necesaria para dejar correr los beneficios. Son las operaciones ganadoras las que multiplican varias veces todas las malas operaciones. Y la única forma de crear esta asimetría entre ganadores y perdedores es sentarse pacientemente en posiciones rentables.
En tercer lugar, todos los inversores experimentan rachas de mala suerte y bajo rendimiento. Los operadores deben esperar pacientemente estos periodos, atenerse a su estrategia con disciplina, en lugar de verse tentados a realizar operaciones de alto riesgo/baja recompensa.
Jesse Livermore, quizás el mejor trader de todos los tiempos, lo resume en estas citas:
Después de pasar muchos años en Wall Street y después de ganar y perder millones de dólares, quiero decirles esto: nunca fue mi forma de pensar lo que me hizo ganar la fortuna que tengo. Siempre fue mi paciencia.
El deseo de una acción constante, independientemente de las condiciones subyacentes, es responsable de muchas pérdidas en Wall Street, incluso entre los profesionales, que sienten que deben llevarse algo de dinero todos los días, como si estuvieran trabajando por un salario regular.
Quizás la mejor lección de inversión de Warren Buffett, otros de los mejores inversores de la historia, no sea su enfoque de selección de valores, sino la forma en que organiza su entorno, las personas con las que ha elegido trabajar y la forma en que pasa su tiempo. La vida laboral de Buffett ha sido cuidadosamente estructurada para maximizar su capacidad de ser paciente.