Suponiendo que aún no conoces la naturaleza de cada uno de estos productos, primero daremos una breve explicación. La tarjeta de débito está vinculada a una cuenta corriente (cheques) o de ahorro y puedes disponer del saldo que tienes en la misma. En cambio, la tarjeta de crédito hace uso de una línea de crédito asignada por el banco y no hace falta tener fondos para pagar con ella.
A partir de este breve repaso, podemos establecer qué distingue a cada uno de estos instrumentos financieros, como:
- Emisor. Las tarjetas de crédito pueden ser ofrecidas por una gran variedad de entidades bancarias sin necesidad de que tengamos una cuenta en las mismas. Pueden ser emitidas por negocios, financieras y más. Por otra parte, las tarjetas de débito son emitidas por los bancos donde tenemos nuestras cuentas para que estén asociadas a ellas.
- Límites. La cantidad máxima que puedes usar con una tarjeta de débito está sujeta a los fondos que tengas y a las disposiciones del banco relacionadas con las compras diarias o retiro de efectivo en cajeros. Asimismo, la TDC tiene un límite designado por el tipo de plástico (Clásica, Platinum, Gold, entre otras). Cuando sobrepasas el crédito asignado, puedes incurrir en un excedido en cuenta. El límite también puede ser modificado por solicitud o buen comportamiento financiero.
- Seguridad. En general, ambos productos son seguros al momento de pagar. No obstante, las tarjetas de crédito, por tener un cargo diferido, ofrecen mayor protección para operaciones fraudulentas. Como tienes “0 responsabilidad”, puedes cancelar un cargo no autorizado. Las tarjetas de débito también están protegidas contra clonación o cargos no reconocidos, pero su procesamiento es más complicado.
- Intereses. Ya sabes que la tarjeta de débito no genera ninguna clase de interés por ser un descuento automático a tu cuenta. Por el contrario, la TDC es uno de los productos más costosos por representar un tipo de financiamiento a corto o mediano plazo. Te cobran intereses mensuales que pueden superar el 25% y también hay penalizaciones por no pagar a tiempo.
- Comisiones. Es un hecho que las tarjetas de débito son instrumentos más baratos de mantener porque su emisión suele ser gratuita y no incluye ningún costo de anualidad o mantenimiento. Tampoco te cobran por retirar efectivo del cajero si es del mismo banco. Sin embargo, las tarjetas de crédito tienen pagos por anualidad, reposición, avance en cajeros, plástico adicional, inactividad, compras en el exterior y más.
- Beneficios o promociones. En este punto destacan las TDC por sus múltiples ventajas, como meses sin intereses, acumulación de millas o puntos, seguros de viaje, protección de compras, descuentos, entre otras. Dado que la tarjeta de débito funciona como efectivo, es poco habitual que los comercios te ofrezcan alguna promoción por usarla.
Diferencias entre tarjetas de débito y crédito al pagar
Elegir pagar con uno de estos plásticos tiene diferentes consecuencias, tanto para el comerciante como para tus finanzas personales. Recuerda que el uso del crédito conlleva una serie de intereses y comisiones que debes saber manejar. Por eso se recomienda utilizar la tarjeta de débito afiliada a tu cuenta corriente (cheques) para gastos habituales.
Cuando pagas con la tarjeta de crédito, esta transacción requiere una firma y es procesada por la compañía que emite el plástico. Dependiendo de cómo el negocio gestiona estas operaciones, los fondos pueden ser descontados de una vez o no. Para el comerciante, este tipo de cobro implica una tarifa, lo que puede traducirse en precios más altos para ciertos productos o un ticket mínimo de compra para los consumidores.
A diferencia de lo anterior, el uso de la tarjeta de débito es equivalente a pagar con cash, requiere que des tu clave o PIN y el dinero es descontado de forma inmediata. En función del banco, si no tienes fondos, la operación puede ser rechazada o te prestan el dinero con un cargo extra. Al igual que los cobros con celular, billetes o monedas, este método genera más transacciones y no incluye una tarifa para el vendedor.
Tips para comprar con estos métodos de pago
Si bien es cierto que las TDC te ofrecen una amplia selección de beneficios o descuentos, hay que saber cómo aprovecharlos en momentos determinados. A diferencia del uso de la tarjeta de débito, que no te genera deuda ni intereses, la acumulación de adeudos por el financiamiento afecta tu historial de crédito y pone en riesgo tus finanzas personales.
Aunque ya hayas escuchado esto mil veces y lo tengas claro, te aconsejamos lo siguiente:
- Utiliza la tarjeta de crédito si vas a comprar online porque es más segura para prevenir fraudes y no eres responsable de los cargos no autorizados.
- Emplea la tarjeta de crédito para hacer compras mayores, tomando en cuenta las condiciones de la tienda y las promociones. También es útil para adquirir electrodomésticos o equipos electrónicos por la protección de garantía.
- Al momento de viajar o irte de vacaciones, usar la TDC puede darte muchas ventajas. En especial para reservar vuelos y hoteles, alquilar autos, tener servicio antifraude y otros beneficios que hacen más placentera esta experiencia.