Las cuentas de Iberdrola en el conjunto de 2018 fueron una grata sorpresa para inversores y analistas, al comprobar como su resultado neto final se elevaba por encima de los 3.000 millones de euros por primera vez en su historia, hasta los 3.014,1 millones, un 7,5% más que en el ejercicio precedente.
Solo en el cuarto trimestre, los beneficios de la compañía ascendieron hasta los 923 millones de euros, pero ahora no parece probable que la empresa pueda ser capaz de mantener este ritmo y las previsiones del consenso del mercado avanzan para este trimestre un beneficio de 808 millones de euros.
Esta cantidad sería también ligeramente inferior a los 838 millones registrados en igual periodo de 2018, aunque los ingresos sí que podría situarse por encima de los 9.340 millones facturados entre enero y marzo de 2018 y ascender hasta los 9.840 millones de euros, gracias al avance de los precios de la energía.
Además, Iberdrola comprará acciones propias de hasta un 2.07% del capital social, y también como nota positiva, es de destacar que la suspensión del impuesto a la generación favorece al valor.
Como nota negativa, solamente comentar que ha descendido ligeramente la producción de electricidad.
Daniel Santacreu